Bruce Willis y Demi Moore se conocieron en 1987 en la premiere de la película "Stakeout" (Procedimiento ilegal). El flechazo fue inmediato: él la invitó a salir esa misma noche, aunque no está claro si ella aún estaba en pareja con el actor Emilio Estévez. A los cuatro meses, el 21 de noviembre, se casaron en Las Vegas y un año después nació su primera hija, Rumer.
"Bruce me movió el piso: nos conocimos, nos casamos y a los cuatro meses estábamos embarazados", recordó la protagonista de "Ghost, la sombra del amor" (1990) en su autobiografía titulada "Inside out", publicada en 2019. Según relató la actriz, los fantasmas del pasado de ambos fue lo que los unió de inmediato. "Bruce no dejaba de decirme que todo en mí era precioso: envolvió mi miedo y mi ansiedad con su amor. Pero cuando cargás sobre tus hombros vergüenza y un trauma no resuelto, no hay cantidad de dinero, éxito o fama que puedan llenar eso", aseguró Demi en el mismo libro.
Los problemas en la pareja se dispararon con la ascendente carrera de Moore. De acuerdo a su testimonio, Bruce Willis era muy controlador y pretendía que ella fuera una ama de casa tradicional, al cuidado de la casa y de su hija. Después del éxito que tuvo con "Ghost", las cosas empeoraron y él puso en duda su matrimonio. "Bruce estaba preparándose para irse a filmar una película a Europa llamada 'Hudson Hawk'. Era un título que generaba mucha expectativa, y una producción de gran presupuesto. Justo antes de viajar, me tiró la bomba y me dijo que ya no sabía si quería seguir casado conmigo", detalló la actriz.
En 1991 le dieron la bienvenida a su segunda hija, Scout. "Mi carrera profesional se estaba disparando, pero mi vida personal era muy dolorosa. Según Moore, el hecho de estar más separados que juntos por sus apretadas agendas fue lo que posibilitó que su matrimonio durara 13 años. Sus hijas también llevaron mucha alegría al hogar. "Creo que a los dos nos apasionó más tener hijos que estar casados", remarcó en "Inside Out".
En 1994 nació Tallulah, y cuatro años después las estrellas de Hollywood anunciaron su separación, aunque el divorcio se concretó en el 2000. Antes de la ruptura, Willis sorprendió al decir en una entrevista con Playboy que el matrimonio era un mito, y que "ninguna mujer va a satisfacer el impulso natural del hombre para procrear, procrear, procrear". Incluso, la actriz llegó a sospechar que su marido la engañaba, y señaló que todo el tiempo él parecía dirimirse entre lo que debería ser un buen esposo y sus ganas de hacer lo que quisiera.
Aún así, Bruce confesó que no "supo qué sucedió para que el matrimonio fallara". Pero su vínculo se fortaleció tras su separación y ambos llegaron a afirmar que se llevaban mejor que cuando estaban juntos. "Aún amo a Demi. Somos muy cercanos. Tenemos tres hijas a las que debemos criar juntos y probablemente eso nos acerque más de lo que estuvimos como pareja. Sabemos que tenemos un compromiso de por vida con ellas. Y nuestra amistad seguirá adelante. Es muy difícil vivir tu vida y tu matrimonio cuando todo el tiempo estás bajo la lupa de los medios, y eso es lo que suele pasarle a las parejas compuestas por estrellas de cine", reflexionó él en diálogo con la revista Rolling Stone. Asimismo, Moore expresó: "Estoy orgullosa del divorcio con Bruce, y durante nuestro tiempo juntos no conectamos tan bien como lo hicimos una vez separados".
Una muestra de esa relación que lograron post divorcio se dio en 2020, durante el aislamiento por la pandemia. Demi Moore y Bruce Willis se mostraron juntos en familia y vestidos con el mismo pijama.
