Nicole Neumann es una amante de la deco de interiores y así lo demuestra en cada rincón de su nueva casa, que adquirió en octubre pasado en un barrio cerrado de Tigre.
El living, por ejemplo, tiene su impronta minimalista y moderna. En este espacio amplio, luminoso y pintado con colores neutros se destaca su planta favorita: la monstera o también conocida como costilla de Adán.
Posicionada al lado de un gran ventanal con cortinas translucidas que permiten la entrada de luz natural y en el medio de dos sillones individuales en color beige con almohadones de diferentes formas se encuentra esta especie, que encabeza la lista de las plantas de moda y se posiciona como una de las más utilizadas en la decoración botánica y el estilo urban jungle -característico por sumar especies de hojas XXL en todos los ambientes de la casa-.
Además, de su poder decorativo y su popularidad, es una gran aliada para atraer la buena suerte y la prosperidad, según el Feng Shui. Al parecer, esto es muy importante para Nicole ya que en este espacio de su hogar posee varios objetos que transmiten una sentimiento zen y aportan buenas energías.
En su cuenta de Instagram, Neumann mostró su planta monstera a través de fotos donde se la ve acostada en uno de los sillones de su living, totalmente relajada y leyendo un libro a plena luz del día.
Monstera: cómo hacer para que crezca más rápido y tenga más hojas
La monstera o también conocida como costilla de Adán se destaca por sus imponentes hojas perforadas, selváticas y de gran tamaño -de 30 a 60cm-.
Sin embargo, existe una marcada diferencia entre las hojas más jóvenes y las adultas: las primeras tienen forma de corazón y son enteras, mientras que las otras desarrollan una división características con orificios, que se apartan del tronco del árbol de apoyo.
Súper fácil de cuidar, es apta para principiantes ya que requiere de poco mantenimiento y puede desarrollarse tanto en exteriores como en interiores.
Pero hay un requerimiento que no puede faltar y de él depende que la monstera crezca más rápido y tenga más hojas: el agua.
Y es que esta especie no necesita grandes dosis de agua y el encharcamiento es, precisamente, uno de sus mayores enemigos.
La pauta habitual es de uno o dos riegos semanales en verano y uno cada 15 días en invierno. Pero más allá de teorías, hay una regla de oro avalada por expertos en jardinería: es imprescindible que el sustrato esté siempre seco antes de volver a regar.
