Su nombre en inglés es sound inmersion y están específicamente diseñados para transportarnos a un universo de sensaciones que llegan a todos los niveles: físico, mental y emocional. Buscan provocar una sensación de integridad y equilibrio. En Argentina ya se practican.
Es una Experiencia Sensorial que combina la Terapia del Sonido, Aromaterapia, Sesión de Reiki Usui en un cálido y confortable espacio que invita a relajar, equilibrar y despejar tu Mente de las preocupaciones diarias.
De este modo se disponen a recibir una frecuencia de total armonía sumergiendose en un baño sonoro generado por diferentes instrumentos ancestrales como Cuencos Tibetanos, Hang, Koshi bell, Pines, Samafon, Sonajas somáticas de semillas entre otro, siendo una práctica ancestral que se remonta a miles de años.
“El propósito de su fusión es la armonización de los sietes chackas o centros de energéticos ubicados en nuestro cuerpo” explica Paula Martín, especialista en Holística.
Y agrega que: “ Vivimos atrapados por la vorágine de la acción inmediata, en un sistema que nos impulsa a seguir, así que tiene sentido buscar formas alternativas de relajación y volver a reconectar con nuestro cuerpo”.
¿ Cuáles son los beneficios ?
Las frecuencias vibratorias ayudan a liberar bloqueos energéticos acumulados en nuestro interior.
Un cuerpo que se encuentra sano tiene una frecuencia vibratoria durante el día de 62 a 72 MHz y que, cuando esta misma se reduce en una persona, su sistema inmunológico se ve comprometido.
“ De esta manera, sonidos como los de los cuencos tibetanos, el gong, los mantras o la música a frecuencias como 432 Hz o 528 Hz pueden ayudarte a elevar tu energía y armonizar tu mente” indica Paula Martín.
✔️Calma el sistema nervioso.
✔️Reduce la producción de hormonas del estrés.
✔️Promueve una sensación de paz y tranquilidad.
✔️Facilita el sueño reparador.
✔️Aumenta la sensación de descanso.
✔️Mejora los ciclos de sueño.
✔️Alivia el dolor muscular.
✔️Reduce la tensión física.
✔️Mejora la concentración.
Función de cada elemento:
Cuencos tibetanos y gongs: Emiten ondas sonoras que inducen estados de relajación profunda y armonización celular.
- Frecuencia 432 Hz: Considerada la vibración natural del universo, armoniza la mente y el cuerpo.
- Frecuencia 528 Hz: Conocida como la «frecuencia del amor», se cree que favorece la regeneración del ADN y la sanación emocional.
Estas vibraciones penetran en el cuerpo y equilibran el campo electromagnético, promoviendo la autosanación y el bienestar integral.
Fuente: Paula Martín, @almadeleon_holistico
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