Los días se acortan, las temperaturas bajan, y con el invierno no sólo llega el frío: también, para muchas personas, una sensación de tristeza, apatía y desmotivación difícil de explicar. No se trata simplemente de estar “bajo de ánimo” por el clima: puede tratarse del trastorno afectivo estacional (TAE), una forma de depresión que aparece en determinadas épocas del año, especialmente durante los meses con menos luz natural.
Este trastorno tiene una base neurobiológica. La menor exposición al sol altera nuestro reloj interno y afecta la producción de serotonina (clave para regular el estado de ánimo) y melatonina (que incide en el sueño). El resultado es un combo que puede generar insomnio, irritabilidad, dificultad para concentrarse y un bajo nivel de energía que impacta en la vida cotidiana.
Cómo identificar el TAE: síntomas clave
Aunque no siempre se diagnostica a tiempo, hay señales que pueden ayudarte a estar más atenta:
- Falta de energía persistente
- Tristeza o sensación de vacío emocional
- Cambios en el apetito, especialmente antojos de hidratos
- Aislamiento o desconexión social
- Dificultad para concentrarte
- Problemas con el sueño (insomnio o exceso de sueño)
Si estos síntomas interfieren con tu rutina o se sostienen en el tiempo, es fundamental consultar a un profesional de salud mental. El TAE no es un mal menor: puede tratarse y mejorar notablemente con acompañamiento adecuado.
Herramientas para enfrentar el invierno emocional
Aunque el tratamiento profesional es clave en muchos casos, hay estrategias que pueden ayudarte a prevenir o aliviar los efectos del TAE:
- Buscar la luz
Aprovechá los momentos de luz natural. Salir a caminar entre las 10 y las 15, incluso en días nublados, puede mejorar tu ánimo gracias a la exposición solar.
- Hacer actividad física
Moverte libera endorfinas, mejora el ánimo y regula el sueño. No necesitás rutinas intensas: caminar, bailar o hacer yoga en casa puede ser suficiente.
- Cuidar el descanso
Intentá mantener horarios regulares, evitar siestas largas y disminuir el uso de pantallas antes de dormir. Un buen descanso es clave para tu bienestar emocional.
- Comer mejor
Sumá a tu dieta alimentos ricos en vitamina D, omega 3 y triptófano (como huevos, bananas y legumbres), que pueden ayudarte a equilibrar el ánimo.
- No aislarte
Aun cuando no tengas ganas, mantener el contacto con tus vínculos es importante. Compartir lo que sentís también puede ayudarte a aliviar la carga emocional.
- Pedir ayuda
La terapia cognitivo-conductual es especialmente efectiva en casos de TAE. En algunos casos, puede requerirse tratamiento farmacológico, siempre bajo supervisión médica.
Cuidar tu salud mental también es bienestar
El invierno puede sentirse largo y pesado, pero no estás sola. Reconocer lo que te pasa es el primer paso para buscar alivio. Cuidar tu salud mental es tan importante como abrigarte o alimentarte bien. Escucharte, pedir ayuda y sostener tus hábitos saludables también son actos de amor propio.
Fuente: Sabina Alcarraz, psicóloga clínica (@psic.sabinaalcarraz)
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