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Placeres: Yo menstrúo, silenciosa e invisible (y un debate imprescindible sobre la normalidad)

Tras el debate abierto en los últimos días acerca de la menstruación, es imprescindible reflexionar sobre este tema que nos atraviesa como mujeres y que es absolutamente normal. De esto nos habla la sexóloga Analía Lilian Pereyra.

Publicado por
Fabiana Polinelli

En la antigua Roma se dice que Hypatia -que era matemática y filósofa- una vez arrojó su "trapo" menstrual a un estudiante enamorado, diciendo que si él no podía amar todo de ella, no estaba totalmente enamorado de ella. El estudiante huyó despavorido.

Por su parte, Aristóteles consideraba que la sangre menstrual era un fluido sin fuerza vital, de menor valor que el esperma. Y las ideas provenientes del cristianismo sostenían que la menstruación es impura, y por ello así era la mujer, que es quien sangra.

¿Qué es la menstruación?

Desde el punto de vista biológico, marca el inicio del ciclo menstrual y ocurre periódicamente cuando se expulsa a través de la vagina flujo sanguíneo proveniente del útero.

¿Es sólo eso?

Claramente no. Si no, ¿por qué Instagram censuró la foto de una mujer manchada con sangre de menstruación de la artista paquistaní Rupi Kaur? La misma se ha autorretratado en varios momentos de su menstruación para publicar las fotos en una colección a la que ha llamado "Período", la cual tenía por objetivo DESMITIFICAR la "regla" o menstruación, como le llamamos aquí.

También es bien conocido que las publicidades en torno a los productos de higiene menstrual contienen líquido azul, en vez de rojo que es el color de la sangre.

Las creencias culturales están sustentadas en mitos. "Un mito es una historia, una fábula simbólica que resume un número infinito de situaciones más o menos análogas y permite captar de un vistazo ciertos tipos de relaciones constantes. En un sentido más estricto, los mitos traducen las reglas de conducta de un grupo".

Los mitos se van transformando en cimientos sobre los que se apoyan estas creencias que van moldeando las experiencias de las personas. Sobre el tema que nos ocupa, podemos afirmar que existen mitos sobre las personas menstruantes, sus cuerpos y hasta sobre su propio ciclo.

Ejemplos de creencias que han perdurado a través de los años sobre el período menstrual:

  • "No va a crecer césped donde una gota de sangre menstrual cayó".
  • "Una persona menstruando puede parar rayos y tormentas".
  • "La sangre menstrual es usada en encantos mágicos, tanto para destruir como para purificar".
  • "La sangre menstrual puede convertir serpientes en insectos".

Así, se van construyendo las ideas asociadas a la "locura hormonal" que invade a las mujeres y en la que orbita la vida de todas. Según el día del ciclo se está de buen o mal humor, te duele o no la cabeza, hay malestares de diversa índole y entre ellos, se tienen o no ganas de tener relaciones sexuales.

De este modo vamos internalizando desde pequeñas un rechazo sobre los cuerpos menstruantes y un enojo hacia ese proceso absolutamente natural que ocurre cada 28 días y que más allá de lo que cada una pueda sentir en su particularidad, hay mucho de simbolismo que marca hasta esos "sentires".

Sexo y menstruación: ¿sí o no?

En esta línea sumamos que el sexo durante la menstruación suele ser visto como algo sucio e inclusive, asqueroso. Puede agradarte o no, lo real es que durante la menstruación se pueden tener relaciones sexuales y según varias investigaciones, suele haber más deseo sexual, se tiene lubricación en mayor cantidad, suele haber más sensibilidad en las zonas erógenas y las sensaciones orgásmicas alivian los dolores menstruales.

Por una cuestión de pudor, muchas mujeres no quieren tener sexo en días de menstruación y eso es aceptable, recordemos siempre revisar nuestras ideas y si no nos sentimos cómodas, lo que resulta válido es lo que nos hace sentir bien. Si tenemos deseo, manifestarlo y poder dialogar con la pareja sobre ello y disfrutar sin miedo a "manchar".

Existe un dispositivo llamado disco menstrual diseñado especialmente para ser utilizado en las relaciones sexuales durante la menstruación. El mismo se coloca dentro de la vagina profundamente y dura hasta 10 horas y su función es contener la sangre menstrual, para poder disfrutar de prácticas sexuales sin sangre mediante.

La experiencia menstrual es una construcción cultural, es un hecho social, económico y político que se ve atravesado por la raza, el género, la orientación sexual, la clase social, la localización y todo aquello que nos hacen vivir y sentir en nuestro cuerpo, tal y como somos.

Aún hay muchas estigmatizaciones, tabúes y desinformación sobre la menstruación. Aunque todos estamos aquí gracias a este proceso natural del cuerpo. ¿Qué pensás hacer para asegurar que sigamos mejorando el futuro de quienes tienen períodos menstruales?

Fuente: Lic. Analía Lilian Pereyra, Sexóloga Clínica y Educativa. MP: 221.773. IG: @licenciadaanaliapereyra