Giambattista Valli se inspiró para crear el guardarropa perfecto para las mujeres después de una pandemia. Imaginó a una mujer muy actual, que siempre está en movimiento ya sea para ir a trabajar o para disfrutar de un paseo al aire libre, algo que tanto tiempo estuvo vedado por el coronavirus.
La colección utiliza colores suaves como rosa claro, rojo, blanco y celeste, junto con estampados florales, lunares y volantes. Y a los vestidos fluidos, Valli le sumó un toque masculino con trajes y blazers.
Lo que también es seguro que se mantendrá es la sensación de comodidad a la que nos hemos acostumbrado durante los encierros. Deliciosamente femenino como de costumbre, combina su savoir faire con elegante dinamismo y facilidad de movimiento.
Las siluetas románticas que son la firma del diseñador recibieron un toque más elegante; sus vestidos largos y fluidos de alguna manera estilizados y cortados con una pureza y ligereza para convertirlos en propuestas encantadoras para todos los días.
"Quería enfatizar un gesto moderno de sin esfuerzo. Siempre he respetado el cuerpo de una mujer: un vestido tiene que ser habitado con facilidad, no tiene por qué tragarse a la mujer que lo lleva. Un vestido debe sentirse natural, como ser parte de ella. Las mujeres no son vallas publicitarias", aclaró Valli.