Jazmín Chebar lo volvió a hacer: creó una experiencia sensorial que trasciende la pasarela y convierte a la moda en una obra viviente. Esta vez, lo hizo de la mano del icónico artista argentino Edgardo Giménez, referente del pop local, en una colaboración que es puro color, humor y juego.
La presentación fue un show en sí misma. La calles de Palermo se transformaron en un universo onírico con esculturas XXL, objetos desmesurados y una puesta escenográfica que homenajea lo lúdico. En cada rincón vibraban los colores, los estampados y las texturas propias del universo Chebar, intervenido con la impronta provocadora y divertida de Giménez.
Como fondo sonoro, la voz y el glamour synth pop de Juliana Gattas en vivo elevó el clima de fantasía textil. Un mix de performance, música y estética ochentosa que se sintió fresco y original.
Dolores Fonzi, Valeria Mazza, Julieta Cardinali entre otras fueron parte de los amigos de la casa que celebraron este cruce entre arte, moda y expresión personal. Cada uno, fiel a su estilo, sumó presencia y personalidad a una noche donde la creatividad fue protagonista.
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