El diseñador Jeremy Scott decidió proponer con su última presentación en la pasarela del Milán Fashion Week un viaje en el tiempo reviviendo el estilo setentoso que impuso el ícono de estilo: Jackie Kennedy.
Tailleur de dos piezas, cinturones anchos, sombreros pillbox y guantes largos haciendo juego. Todo teñido de colores vibrantes, una paleta que variaba del rosa, pasando por el verde eléctrico, hasta el naranja.
Las musas, un lujo: las hermanas Gigi y Bella Hadid, Kaia Gerber y Joan Smalls convirtiendo al fashion show en el más aclamado de la ciudad del diseño.
La presencia del ícono de moda estuvo presente hasta el beauty look con la reproducción precisa del peinado que lucía la ex primera dama de los Estados Unidos.
En cuanto al maquillaje, lo más llamativo es que algunas de las modelos estaban pintadas de azul.
Ninguna pieza pasó inadvertida. El print de Roy Lichtenstein del máximo exponente del pop art fue la sensación de la propuesta; invadió los vestidos y equipos, hasta los accesorios.
En las piezas de noche, las lentejuelas, los lazos, las asimetrías y el efecto relámpago.
La puesta en escena -en sintonía con la presentación- encendió las redes sociales, resucitando el espíritu provocador de la firma italiana.
Reuters y AFP
