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Celina Rucci relató cómo reaccionó cuando se enteró que tenía leucemia: "Pregunté si me quedaba poco tiempo de vida porque tenía un par de cosas que hacer"

Invitada a PH Podemos hablar, Celina contó entre otras cosas cómo conoció a su marido, el médico cirujano Federico Girardi, uno de los médicos más prestigiosos en Nueva York, y cómo vivió el momento en el cual le diagnosticaron la leucemia meloide aguda que logró superar. 

Publicado por
Daniela Fajardo

"Siempre fui sana. Me agarró en Nueva York", es lo primero que dice Celina Rucci cuando Andy Kusnetzoff usó la palabra resilencia. Ella se refirió a la enfermedad que superó hacer poco, leucemia meloide aguda.

Pero antes, contó cómo conoció a su pareja. "Me enamoré de un médico, el mejor cirujano de columna en el mundo. Pamela lo conoció y linkeó mi personalidad con Federico, y ella hizo la conexión. Yo estaba re negada. No la careteo. Renegué...", comentó Celina sobre su pareja Federico Girardi, médico cirujano que se lo presentó su amiga Pamela David.

Celina con su pareja, Federico Girardi. Foto: IG

"Lo vi y me encantó. Y lo conocí y me gustó aún más. Trabajaba de lunes a viernes, y viajaba los fines de Nueva York los fines de semana. El lunes volvía a trabajar a Incorrectas. Lo hice un año y medio", contó ante la sorpresa de todos los presentes.

"Me lo dijo Federico, mi pareja, llorando. Que él que es un genio de la medicina, se largue a llorar, dije "chau. Me voy".

Y luego relató cómo se fue manifestando la enfermedad: "Me empecé a ver moretones, siempre fui torpe, los moretones eran normales. Me empezaron a sangrar las encías y de última, me vino un ciclo menstrual abundante. Y lo último, estaba llegando a la consulta del médico y aparecieron unos puntitos rojos que creí que eran del sol. No me sentía débil, caminaba dos horas todos los días... Por eso es una enfermedad tan complicada de diagnosticar".

En cuanto a cómo se enteró que tenía leucemia meloide aguda, comentó: "Me lo dijo Federico, mi pareja, llorando. Que él que es un genio de la medicina, se largue a llorar, dije "chau. Me voy". Le pregunté: "¿Esto tiene tratamiento?"... Yo no sabía nada".

Celina en pleno tratamiento el año pasado. Foto: IG

Enseguida, interrogó a su pareja: "Decime si tengo poco tiempo de vida porque tengo un par de cosas que hacer y no me voy a internar. Me dijo "hay un tratamiento y hay que probar". Me internaron el mismo día. La primera vez en mi vida de estar internada, en otro país, en otro idiona. Y tuve miedo...", confesó.

Y aclaró que "mi actitud fue siempre la misma, desde que lo pude contar. Hace ya un año. Nunca deje de sonreír, de hacerme chistes, de levantarme... Me veía pelada, hinchada, lastimada y me miraba al espejo y me hacía chistes".

Y planteó: "No puedo decir que eso me salvo, pero verte triste, no te ayuda para nada. ¡Levantate de la cama como puedas, mirá el sol, la lluvia, el arcoíris!... Es lindo estar acá. Levantá tu autoestima como puedas".

Y señaló que: "Hoy me rio por todo. Tengo control todos los meses. A partir de ahora todo, estoy viva. Las personas sanas no saben valorar la vida. Tenés que estar enfermo para saber que todos los problemas tiene solución. No pierdas el tiempo", recomendó.