Dicen que Charlene no se separa ni un segundo de ella. Y si bien no hay foto ni demasiados datos sobre esta mujer, está en los registros oficiales del Principado de Mónaco como "consejera privada de Su Alteza Serenísima la Princesa". Se llama Dawn Earl y le dicen la bruja, la adivina o la vidente.
Está siendo un año duro para la mujer del príncipe Alberto de Mónaco. Desde el principado no cesan los rumores de divorcio o de una nueva paternidad del príncipe fuera del matrimonio. Es criticada por no estar con sus hijos y desde hace meses está con problemas serios de salud: ya va por la segunda cirugía. Ahora se habla de que vive acompañada de su "bruja" de confianza, Dawn Earl.
Según la revista francesa Paris Match, quien descubrió la existencia de este cargo oficial, es una "numeróloga sudafricana sobreviviente de una secta en Australia". La primera vez que se supo de ella fue cuando apareció mencionada en el Journal de Monaco en 2017, boletín de publicación oficial del país, donde se informaron los pormenores del viaje que Charlene realizó a la India en diciembre de 2016.
Hoy, Dawn Earl está acompañando a Charlene en Sudáfrica. Y según una periodista de Paris Match, Stéphane Bern, esta mujer sería la razón primordial por la cual la princesa de Mónaco no regresó al Principado y decidió quedarse en su país natal, más allá de los motivos médicos que se publicaron. Ella sufrió una infección en oidos, nariz y garganta que le habría impedido volar y que la llevó a ser intervenida quirúrgicamente dos veces.
El misterio rodea la verdadera razón por la cual Charlene permanece en Sudáfrica. Mientras que desde Palacio se argumentan motivos de salud, los rumores sobre un posible divorcio se disparan y ahora se suma la versión de "la bruja".
Según la periodista de Paris Match, todos los movimientos de la esposa de Alberto de Mónaco estarían sometidos al consejo de Dawn Earl. "Charlène de Mónaco no toma la más mínima decisión sin el consejo de una adivina. La temida Dawn Earl es conocida por ser una profetisa sudafricana que sobrevivió a una secta australiana", reveló la periodista.
"Ha dejado su futuro en manos del esotérico estudio de los números, incluso llegando a implicar a Alberto. Antes de atender cualquier evento real, Charlene consulta a su numeróloga, a veces en el último minuto, para decidir si va o no. Si los números no están alineados a su favor, Charlene simplemente no acude", publicó Paris Match.
Lo extraño es que todo el mundo sabe que existe pero no hay ni una sola foto suya ni ningún monegasco se atreve a hablar sobre el tema, lo único que tienen claro es que si Charlene está en Sudáfrica, su bruja también. De terror.
