Valiente testimonio: "Mi hija sobrevivió a un noviazgo violento" - Revista Para Ti
 

Valiente testimonio: "Mi hija sobrevivió a un noviazgo violento"

En el marco de la campaña del Grupo Atlántida Principios 2021, que este mes busca crear conciencia en torno a la problemática de violencia de género #NiUnaMas, recibimos el testimonio de una lectora de Para Ti que, nos contó al detalle la experiencia que atravesó su hija mientras estuvo atrapada en un noviazgo tóxico. Conocé su estremecedor relato en primera persona.
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Una sobreviviente. Fue alguien que tuvo la suerte, la contención, la perspicacia, la fortaleza, de hacer el click y decir "basta". No es fácil explicar qué hizo reaccionar a "Sofía" (no es su nombre real, su mamá prefiere mantenerla en el anonimato) y dejar a "Santiago" para, al fin, liberarse de la cárcel que él había construido a su alrededor durante lo que duró su noviazgo.

Quien brinda su testimonio es "Lorena", mamá de Sofía, a quien aún hoy, habiendo pasado seis años de aquella terrible experiencia, le tiembla la voz mientras narra la dramática situación por la que atravesó su hija.

Así era Sofía. "Es físicamente muy bonita y el mejor promedio no sólo del curso, sino del colegio, por eso siempre llamó mucho la atención. Cuando iba al jardín aprendió sola a leer y las maestras le pidieron que escribiera el discurso de despedida y lo leyera en el escenario, siempre se destacó. No obstante, ella nunca hizo ostentación de eso, siempre fue muy retraída, aunque sociabilizaba sin ningún problema", describe Lorena.

Comienzan las clases y Sofía estaba en quinto año de la secundaria (un año antes de egresar, por ser un colegio de Provincia de Buenos Aires). Llega un nuevo compañero -que había repetido el año anterior- que llama mucho la atención, sobre todo a las chicas. Hasta mitad de año, las cosas transcurren con normalidad.

"Un día, Santiago invita a salir a Sofía y se ponen de novios", cuenta Lorena, quien agrega que esta situación le trae algunos roces a su hija con las compañeras, ya que se "había quedado" con el chico que a todas les gustaba.

"A fin de año, en diciembre, él cumple los 18 y la invita a su fiesta en su casa, donde conoce a la familia y la relación se torna un poco más formal".

Durante el verano el joven frecuenta la casa de los padres de su novia, desplegando su encantadora personalidad: "Era un chico divino, super agradable, educado, respetuoso, un chico maravilloso", detalla Lorena.

Pero, por otro lado, empiezan a darse algunos cambios en Sofía nada positivos: "Empieza a bajar de peso".

Además "de un momento a otro, deja de usar tacos altos y siempre elige cosas chatas. Vemos que se aleja de las amigas y con él se vuelven inseparables".

Preocupados, Lorena y su marido le hablan a su hija y l aconsejan a revertir la situación: "Le decíamos que no era bueno que no tuvieran otros vínculos y que ella, en el colegio, tratara de estar con sus compañeras. No obstante, las chicas dejaron de venir a casa".

Sofía se retraía cada vez más ante los reclamos de sus padres y esto socavaba la relación entre ellos: "Cada vez que le hacía un planteo en torno al tema, ella se enojaba conmigo, que soy la mamá, que siempre habíamos sido muy unidas. Noté que empezó a alejarse. Yo me empecé a poner muy mal, era una situación sumamente complicada y difícil, me ponía nerviosa porque no entendía lo que estaba pasando y eso generaba que ella se aislara de nosotros y que se acercara cada vez más a él".

Más cambios negativos en la conducta de la joven. "De amar comprarse ropa pasó a odiarla y decía que todo lo quedaba mal. Después entendí que era consecuencia de la manipulación que él ejercía sobre ella, que le destrozaba la autoestima poco a poco".

Todas estas situaciones se repitieron durante el último año de secundario de Sofía. "Ella tenía el viaje a Bariloche pago, él no viajaba porque había viajado el año anterior con su compañeros del curso anterior. Dos meses antes de viajar, Sofía nos avisa que no tenía ganas de ir. En ese momento estaba totalmente aislada de sus compañeras de colegio. Para colmo, me llama la preceptora y me cuenta cosas que me preocupan aún más: que la veía triste, que estaba muy cambiada, que la veía llorar en los recreos. Y que si no estaba con él, estaba sola", narra Lorena.

Desesperada, trata de interceder en el colegio, buscando ayuda en las amigas de Sofía: "Decidí hablarle a sus compañeras y ellas me dicen que no podían acercarse a ella porque las rechazaba, entonces habían decidido dar un paso al costado. Les pedí que por favor no la dejaran sola pero las chicas, son chicas y estaba esta cosa de que les había ganado al chico más deseado del curso".

El principio del fin. En noviembre de ese año despiden al papá de Sofía de su trabajo y, por fuerza mayor, empieza a estar presente en la casa. "Yo le venía comentando lo que veía que le pasaba a nuestra hija pero él, hasta ese momento, como trabajaba todo el día y no estaba mucho en casa, no tomaba magnitud de las cosas. Me decía que era algo que me parecía a mí, que la dejara tranquila, que estaba equivocada, que los chicos son así".

"Pero, cuando la empieza a llevar e ir a buscar a la escuela, también nota lo que yo veía. Un día, después de dejarla en el colegio, encuentra un chat entre ella y el novio, y cuando lo leyó, se quiso morir. Me llama inmediatamente la oficina y me da la razón diciéndome que con eso teníamos la prueba de lo que le estaba pasando a nuestra hija. No recuerdo bien todo pero sí una frase en la que ella le suplicaba que la quisiera, a lo que él le contestaba que no se lo merecía porque había hablando con un chico en el patio del colegio".

En seguida buscaron información para ver qué podían hacer para ayudar a Sofía. Buscando el perfil de un psicópata vieron, con miedo y tristeza, que era exactamente lo que le estaba pasando a su hija. Los recursos de quien tienen este tipo de personalidad, así funcionan con sus víctimas. Buscan "alejarla de las amigas, de los padres, tienen celos enfermizos, un control desmedido, las desmerecen, y las hacen sentir que no valen nada y que no merecen ser queridas".

A partir de ese momento, deciden que Santiago no tenía más permitido ir a su casa lo que, con el tiempo, fue contraproducente, ya que Sofía iba más seguido a la casa de él. "Nos dimos cuenta de un error que cometimos: como él deja de venir a casa, ella va más seguido a la casa de él y eso fue totalmente contraproducente. Esto lo enoja mucho a él, que deja de saludarnos y empieza a mostrar su verdadera personalidad. Llevándola a la casa de él la dejábamos en la boca del lobo, así que decidimos no llevarla más. Esto también la enojó a ella".

Pero los padres de Sofía ya hablaban con ella desde otro lugar e intentaban, por todos los medios, sacarla del contexto enfermizo en el que estaba enredada. "En ese momento se anota en la facultad, tiene que ir a dar un examen de ingreso con un grupo pero él no la deja ir sola. La esperó en la puerta, impidiéndole sociabilizar y que ella se abriera a la nueva vida que iba a comenzar. Volvieron peleados".

Junto con esto, empezamos a ver ciertos cambios: "Vemos que ella empieza, por diferentes situaciones, a darse cuenta de lo que le estaba sucediendo. Lo de la facultad no le había caído muy bien. Encima, yo le seguía hablando, y no me olvido más de una frase que me dijo: "nadie me va a querer como me quiere él" y yo le decía que estaba equivocada, que el primer amor es especial pero que eso que decía no era así".

"No sé si llegó a levantarle la mano, ella al día de hoy me jura que no pero creo que hubo sacudones y eso fue lo que a ella la despertó".

El punto final. "Un día vimos en Instagram una publicación que nos sacó de quicio: mi hija está ella acostada boca abajo, como tomando sol y él, arriba de ella aplastándola y mordiéndole una oreja. Me dio un ataque de locura, con mi marido le exigimos que le dijera de sacarla, con lo que él armó un escándalo. Después de esa situación ella hizo click y lo dejó".

"Él siguió insistiendo, una noche pasó con un auto por la puerta de casa y gritó desde el auto que la amaba, ella me miró y me dijo "qué enfermo que es" y a partir de ese momento, no se vieron nunca más. Sumó el hecho de que terminaran las clases. Ese verano ella empezó, de a poco, a recuperar su vida".

"Hoy, a la distancia, la historia es otra. Ella está actualmente en pareja y reconoce todas estas situaciones y lo tóxico de esa relación anterior, y no puede entender cómo pudo ser manipulada de esa manera".

Te invitamos a ser parte de esta experiencia utilizando en las redes #Principios2021, #NiUnaMas2021.

Para denunciar violencia de género podés comunicarte de manera gratuita las 24 horas, los 365 días, a través de un llamado al 144, por WhatsApp al +5491127716463, por mail a [email protected] o descargando la app.

Más información en parati.com.ar

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