Con estos consejos vas a saber cómo elegir el tono que más te favorece.
Contar con los productos adecuados para vos es la piedra fundamental de un buen maquillaje. La base, uno de los cosméticos principales, no solo tiene que tener la textura de acuerdo a tu tipo de piel, sino el tono, algo que en ocasiones elegimos mal cuando estamos en el comercio probando una tras otra.
Según los expertos, sabiendo identificar tu tipo de piel (seca, mixta o grasa), el tono (clara u oscura) y el subtono (cálido, frío o neutro), podremos elegir la indicada que le aportará luminosidad, un tono uniforme y natural.
Para determinar el subtono, el truco es ver la piel de la parte interna del antebrazo, con luz natural, para ver a qué color tiende: amarillento, rosado o beige.
Son pieles con pigmentaciones amarillantes o doradas. La gran mayoría de españolas están dentro de esta clasificación. Si tu subtono es cálido, y se lleva muy bien con los tonos dorados y amarillos.
Son aquellas pieles que se enrojecen con más facilidad. Las que son reactivas o sensibles al sol y son pieles finas, claritas y algo rosadas. Si tu piel tiende a los tonos fríos, deberás optar por bases tirando a los rosados.
Son las pieles que presentan diferentes pigmentaciones y que tienden a tener un tono beige. Si tenés un tono neutro, se llevará bien con bases tirando al beige o al dorado.
Además del tono, es importante determinar la textura correcta de tu base de maquillaje según tu tipo de piel.
Al carecer de hidratación, la piel luce áspera y con un aspecto apagado, como consecuencia es mucho menos elástica y puede irritarse.
Lo ideal para este tipo de piel es utilizar una base de maquillaje con ingredientes hidratantes para que tu rostro luzca fresco y natural, y darle una apariencia luminosa.
Si tenés este tipo de piel tu rostro se muestra brillante, especialmente en la zona comprendida por la frente y la nariz.
Para equilibrar su apariencia, podés optar por una base para pieles grasas y con ingredientes específicos, como el ácido salicílico, que combate el brillo y las imperfecciones.