Los rincones personales dejaron de estar bajo techo y pasaron a convertirse en los protagonistas de los espacios al aire libre. Aquí todas las claves para que diseñes tu propio 'jardín secreto'.
La pandemia hizo que muchas personas redescubrieran y valoricen distintas áreas de sus casas. Los rincones de relax se convirtieron un auténtico boom en el último tiempo, ya que la idea de encontrar un pequeño espacio en casa y hacerlo especial para desconectar y distender un ratito, resultaba muy tentadora en esos tiempos de tanta incertidumbre.
Pero a pesar de que las aguas se calmaron un poco, estos rincones siguen vigentes dentro de casa y hace poco se reversionaron para darle lugar a una nueva propuesta: los 'jardines secretos'.
No se trata de todo un jardín sino de encontrar y ambientar una parte del mismo para ser disfrutada por una sola persona o por varias con las que se tenga una relación especial. Si bien se puede armar de diferentes formas, la clave está en usar la creatividad y conectar con el propósito.
Rincones de lectura, relax, meditación, ejercicio... El jardín secreto puede diseñarse según gustos y necesidades. Se puede armar un sector para sentarse o acostarse a escuchar un podcast o para pintar. Todo vale cuando se trata de encontrar un espacio para hacer lo que más nos gusta y nos conecta con nosotros mismos.
Como punto de partida, es importante que los jardines secretos tengan "nuestro sello personal". Tiene que ser un espacio íntimo que nos haga sentir cómodos y a gusto. Por eso resulta clave que se decore y personalice según gustos.
Se puede colocar una hamaca paraguaya debajo de un árbol, un cómodo sillón con almohadones que acompañen y sumen un plus de calidez, o por qué no colocar una manta directamente sobre el pasto. ¡Aquí todo vale y no hay excusas!. Lo mejor de todo, es que no necesitan muchos metros extra para hacer realidad la idea de tener tu propio 'jardín secreto'.
Los detalles deco no pueden faltar: podés sumar fanales con velas, una mesita auxiliar con libros y revistas, macetas con flores coloridas, una alfombra, guirnaldas a pila con luces cálidas para las noches... Las posibilidades son muy variadas y la clave está en sumar objetos que te transmitan buena energía y te hagan sentir a gusto en tu nuevo espacio personal.