El colchón es uno de los elementos que más usamos en casa. “Pasamos cerca de un tercio de nuestra vida sobre él”, afirma Constanza Delgado, arquitecta dedicada al diseño y bienestar.
Sin embargo, la autora del libro “Diseño para el bienestar. Espacios que activan el cerebro, reducen el estrés y mejoran la salud” advierte que también es uno de los que menos limpiamos.
El resultado: con el tiempo, el colchón acumula polvo, ácaros, bacterias, células muertas, humedad e incluso manchas que afectan su higiene y durabilidad.

Pero la buena noticia es que con algunos cuidados simples, “podés mantenerlo limpio, eliminar los microorganismos y prolongar su vida útil sin necesidad de productos costosos”, asegura Cony (en Instagram @arq.constanzadel
Cómo limpiar tu colchón y alargar su vida útil

Aunque no los veas, en la superficie del colchón viven millones de ácaros, diminutos organismos que se alimentan de piel muerta.
Estos pueden causar alergias, problemas respiratorios y cutáneos, sobre todo en personas sensibles. Además, el polvo, el sudor y la humedad crean un ambiente ideal para su proliferación.
Una limpieza adecuada no es solo una cuestión de higiene: también mejora tu descanso y tu salud.
¿Con qué frecuencia hay que limpiar (y cambiar) el colchón?

Aspirado superficial: una vez al mes.
Limpieza profunda: dos veces al año.
Reemplazo: cada 8 a 10 años, cuando pierde soporte o presenta deformaciones.
Pasos para limpiar el colchón

Paso 1: eliminá las manchas visibles. Mezclá medio litro de agua fría con tres cucharadas de detergente líquido hasta generar espuma. Aplicá sobre la mancha: usá una esponja para colocar la espuma sin mojar demasiado el colchón. Frotá suavemente con movimientos circulares hasta que la mancha desaparezca. Secá bien: pasá un trapo seco y, si es necesario, un secador de pelo para eliminar la humedad.
Nunca mojes el colchón en exceso. El interior tarda mucho en secarse y puede desarrollar moho.
Paso 2: desinfectá y eliminá los ácaros. Espolvoreá bicarbonato de sodio sobre toda la superficie. Rociá agua oxigenada o vinagre blanco: de manera uniforme. Dejá actuar 45 minutos.
Frotá zonas específicas: si hay suciedad incrustada, repasá con una esponja limpia. Vas a notar cómo el bicarbonato cambia de color: eso indica que está absorbiendo la suciedad. Aspirá retirando bien todos los restos de bicarbonato. Si podés, dejalo al sol 1 o 2 horas.
Paso 3: mantenelo limpio por más tiempo. Ventilá el colchón, dejalo descubierto al menos 30 minutos al cambiar las sábanas. Cambiá la ropa de cama semanalmente: evita la acumulación de polvo y piel muerta. Usá un cubre colchón lavable: crea una barrera contra manchas y ácaros.
Aspirá mensualmente, sobre todo si tenés mascotas o alergias. Girá el colchón cada 3 o 4 meses: así se desgasta de forma uniforme.
Productos útiles para limpiar el colchón y cómo usarlos

Bicarbonato de sodio: ideal para neutralizar olores y absorber humedad. Espolvorealo, dejalo actuar unos 45 minutos y luego aspiralo.
Vinagre blanco: perfecto para eliminar manchas orgánicas como sudor u orina. Aplicalo con un paño húmedo y frotá suavemente.
Agua oxigenada: muy efectiva contra las manchas de sangre. Aplicala directamente con un algodón y dejá actuar.
Limón y agua: ayuda a eliminar olores persistentes y manchas leves. Pulverizá y dejá actuar 30 minutos.
Detergente líquido: útil para la limpieza general y las manchas visibles. Aplicá la espuma con una esponja, sin empapar.

