El interiorismo se impone cada vez con más fuerza en el ámbito del real estate, y su visión de diseño también potencia el valor de los desarrollos inmobiliarios y define la calidad de vida.
Materiales nobles, diseño inteligente y estética accesible son algunas de las tendencias de interiorismo que “intervienen” sobre el desarrollo de los inmuebles en construcción, haciendo foco en lo sensorial y el buen gusto, sin resignar funcionalidad.
En el mundo del real estate, donde la competencia y la exigencia no paran de crecer, el diseño de interiores deja de ser un detalle decorativo para convertirse en protagonista y parte fundamental del ADN de cada proyecto. ¿La clave? Diseñar experiencias habitables.
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1. Del ladrillo al estilo: diseñar para habitar. En los nuevos desarrollos, la estética no se deja para el final. Desde el inicio, se piensa en cómo se va a vivir cada espacio.
Ya no se trata solo de metros cuadrados, sino de experiencias cotidianas que el diseño puede mejorar. La elección de materiales, la circulación interna y la armonía visual se trabajan desde la génesis del proyecto, lo que se traduce en unidades pensadas para ser habitadas con sentido y disfrute.
“Pensar el interiorismo desde el inicio del desarrollo no es un lujo, es una necesidad. Diseñar cómo se vive es tan importante como diseñar cómo se construye”, expresa Santiago Pierro, presidente de la desarrolladora.
Del otro lado –y a la par- el equipo de diseño de Viasono describe su parte: “Nos enfocamos en pensar cada unidad como un espacio real de vida, buscando que cada elección –desde los materiales hasta los tonos y texturas– aporte calidez, funcionalidad y una identidad propia”.

2. Accesibilidad con diseño. Desarrolladores e interioristas apuestan a acercar el diseño de calidad a un público cada vez más amplio a través de soluciones estéticas, funcionales y económicamente viables.
Así, materiales nobles, mobiliario inteligente y detalles de diseño que antes parecían reservados a segmentos premium hoy se integran en viviendas, generando una nueva categoría: accesible con estilo.
3. Cada elección cuenta: del porcelanato al paisajismo. La calidad está en los detalles, y eso se nota en decisiones tan concretas como usar griferías de marcas reconocidas, puertas macizas, pintura latex y porcelanatos importados.
Pero también en pensar el entorno: el paisajismo, la iluminación y los colores elegidos aportan al bienestar diario. Ahora las compañías de real estate lo saben: un diseño cuidado no solo embellece: acompaña, contiene y mejora la experiencia del hogar.
4. Interiores con identidad: funcionalidad y calidez. La nueva “visión deco” es clara: cada ambiente debe reflejar una personalidad y ofrecer confort real.

La propuesta se basa en lograr espacios multifuncionales, con soluciones que se adapten al ritmo actual: livings que también pueden ser oficinas, cocinas que invitan a compartir, y dormitorios pensados como refugios. El diseño acompaña la rutina y se adapta a las nuevas formas de vivir.
5. El diseño como herramienta de valor agregado. Incluir interiorismo desde el comienzo del proyecto no solo mejora la experiencia del usuario: también aumenta el valor percibido de la propiedad.
Desde el primer render hasta la mudanza, el interiorismo acompaña. Esa es la consigna. Y un departamento que llega listo para habitar, con soluciones prácticas, detalles cuidados y estética coherente, se vuelve más atractivo y competitivo. Y esto se traduce en una venta más rápida y efectiva.
6. Personalización y flexibilidad. Cada hogar es un proyecto único. Esa es la consigna que moviliza a las desarrolladoras a unirse cada vez más con el interiorismo, e incluso tener su propia división para personalizar sus unidades con muebles a medida, placares, barras y soluciones específicas según el uso que le darán al espacio.

El objetivo: proponer a cada cliente un hogar que no solo responda a un plano sino a su estilo de vida. “La casa como espejo de quien la habita” es la intención.
7. Una mirada integral. De acuerdo a este nuevo enfoque, la operación no termina en la entrega de las llaves y se potencian la atención postventa, la trazabilidad en obra y la incorporación de tecnología. Su relevancia forma parte de una visión integral que entiende que el diseño no es un decorado final sino una parte esencial del proceso de construcción de calidad de vida.
Fuentes: Viasono y Liderus.

