Todo vale cuando se trata de poner nuestro granito de arena para cambiar (o mejorar) hábitos que cuiden el planeta. Aprovechando el día Mundial de la Tierra, te compartimos algunos tips para que te animes a convertir tu cocina en un espacio más eco-friendly.
El Día Internacional de la Madre Tierra se celebra cada 22 de abril tras una proclama de las Naciones Unidas en 2009 por parte del senador y activista ambiental estadounidense Gaylord Nelson.
Si bien no es novedad que los acontecimientos de los últimos años consolidaron la necesidad de cambiar algunos hábitos cotidianos para ser más amigables con el medio ambiente, la idea de convertir la casa en un lugar más eco-friendly se convirtió en un lema y cada vez son más las personas que se involucran y ponen su granito de arena para contribuir con la causa.
Aprovechando esta fecha especial y teniendo en cuenta que la cocina se convirtió en el corazón del hogar y en una pieza clave para la sostenibilidad, te invitamos a que pongas tu granito de arena transformándola -con pequeños actos- en un espacio más eco-friendly.
Es sabido: los plásticos pueden resultar muy prácticos en el momento, pero, a largo plazo, solo perjudican el planeta. Por eso resulta importante evitarlos, tanto en la compra como en la manipulación y cocinado de alimentos. En la actualidad, existen múltiples opciones para reemplazarlos: bolsas de tela y materiales como madera, vidrio o barro.
Por regla general, lo ideal es contar con cuatro cestos para separar los residuos:
La importancia de utilizar el agua justa para lavar y cocinar, sin dejar la canilla abierta más del tiempo necesario, es fundamental para ahorrar agua y contribuir al cuidado del medioambiente. A modo de ejemplo, podés lavar frutas y verduras sumergiéndolas en un recipiente con agua y, si no se utilizaron químicos, esa misma agua puede servir para regar las plantas.
Como punto de partida, es importante aprovechar al máximo la luz natural durante el día. Colocar luces LED, apostar por electrodomésticos con etiqueta energética A+++ o A++ e intentar llenar a carga completa el lavavajillas son otros ejemplos que pueden ayudarnos a reducir el consumo energético.
Es momento de reemplazar tus limpiadores comerciales que, además de contaminar el medio ambiente dañan tu salud, por productos más eco-friedly y orgánicos. Podés hacer los tuyos en casa mezclando en un rociador agua, jabón a base de aceite y unas gotas de esencias como lavanda o romero. Otra opción es comprarlos en una tienda a granel, en botellas de vidrio que puedas rellenar y reutilizar.
Reducir -o eliminar por completo- el consumo de carne y otros productos de origen animal, es una de las opciones más efectivas para disminuir tu huella de carbono.