El orden, la orientación del escritorio, los objetos decorativos y la iluminación, son algunos de los elementos que condicionan la manera de trabajar. En esta nota especial de la Semana Deco Para Ti, todos los consejos de Lola Elliff, experta en Feng Shui.
El Feng Shui es una filosofía milenaria china que propone a través de diferentes técnicas, sanar y redireccionar las energías. No sólo se puede aplicar en el hogar, sino también en los diferentes espacios de trabajo contribuyendo a una vida más próspera y abundante.
En el marco de una nueva Semana Para Ti Deco, la experta en Feng Shui, Lola Elliff (decofengshuilola), brinda todas las claves para mejorar las energías en estos espacios.
Sentir qué es lo que generan, en qué estado están las cosas, si hay orden, limpieza, etc. Un escritorio ordenado invita al trabajo y fomenta la concentración estimulando las energías positivas y, por lo tanto, contribuye a la prosperidad.
Un entorno laboral desprolijo suele reflejar frustación, insatisfacción y confusión mental, bloqueando las energías y dispersándolas. En cambio, uno prolijo y despejado, contribuye a trabajar de una manera más cómoda y con pensamientos enfocados.
El color es importantísimo porque influye directamente en el estado emocional. En líneas generales, siempre se debe cuidar el equilibrio “yin-yang” en los colores: que no estrese ni relaje. Por eso a la hora de elegir uno para este espacio, es clave considerar la actividad que se desarrolla.
Para la concentración se recomiendan los verdes, azules, blancos y grises, ya que representan a la energía metal y también favorecen a la actividad intelectual. Los colores tierra, por su parte, transmiten confianza y estabilidad, mientras que los naranjas o terracota favorecen a la comunicación.
El escritorio debe ubicarse en lo que se llama “posición de poder”, es decir, teniendo el control de las energías que ingresan por puertas y ventanas. Si es posible, debe haber una pared sin ventanas detrás de él para simbolizar protección y estabilidad, de lo contrario, se recomienda utilizar una silla de respaldo alto.
Si bien la medida debe ser proporcional al espacio, lo ideal es encontrar un punto intermedio, ya que un escritorio muy chico hace que se pierda la comodidad, mientras que uno muy grande puede hacer que se pierda la autoridad y organización.
La iluminación influye directamente en el rendimiento y es clave cuidarla. Para eso, es fundamental tener todo el espacio bien iluminado con luz general y debe ser cálida, ya que aporta una sensación de bienestar y evita las sombras.
Si no se tiene poder de decisión sobre la elección del escritorio o espacio de trabajo, se pueden utilizar recursos para "suplir" estas falencias. Tanto en casa como en la oficina, se pueden incluir algunos activadores.
Algo importante para tener en cuenta es que el escritorio no esté situado debajo de estructuras fijas como lo son las vigas de techo, ya que generan una energía opresiva provocando constantes dolores de cabeza.
También, se considera que interrumpen la fluidez de las energías asociadas a la creatividad, generando energías negativas y limitando el crecimiento de las personas que permanezcan en estos espacios.