Por años, los muy supersticiosos las evitaban en sus jardines. Pero las bellas hortensias vencieron al mito y hoy son una planta trendy. Conocé sus gustos y caprichos.
Las bellas hortensias fueron históricamente para el saber popular una especie con "mala prensa". ¿Quién no escuchó decir aquello de que la niñas que crecían en casas donde había plantadas hortensias, difícilmente llegaran al altar?
Por suerte para todos hoy las supersticiones quedaron atrás (o no nos importa muchos si llegamos o no al altar ) y las hortensias son valoradas en toda su dimensión. No es para menos: cualquiera de sus muchas variedades resulta deslumbrante.
Las hortensias (Hydrangea su nombre científico) son originarias de Asia y tienen una gran particularidad que las distingue de otros especies: sus flores cambian de color según el PH (nivel de acidez) del suelo. A saber: si éste es ácido, viran hacia el azul, si es alcalino, hacia el blanco; si el PH es neutro, se vuelven rosadas.
El dato no es menor porque indica que con los compuestos químicos adecuados (nitrato de calcio, nitrato de amonio, sulfato de potasio) uno puede forzarlas a adquirir el tono deseado.
La variedad Hydrangea Macrophylla presenta más de 200 cultivares para jardines con un buen abanico de colores. Crece formando arbustos que pueden medir hasta 3 metros de altura y tienen una floración prolongada cuando encuentran el balance perfecto entre sol, sombra y suelos húmedos.
Se puede disfrutar de las coloridas inflorescencias de las hortensias durante muchos meses. Ya en mayo, las variedades tempranas comienzan a abrir los botones florales que se crearon el año anterior. Sin embargo, la época de floración principal ocurre entre la primavera y el verano.
El tiempo en que se puede disfrutar plenamente de su arbusto en flor depende de la variedad, el cuidado y las condiciones de ubicación. La mayoría de las variedades florecen en septiembre, algunas incluso llegan a octubre, y su floración se puede extender hasta el otoño.
Repasamos los problemas más comunes y su solución:
*Ubicación incorrecta: recordá que necesita un lugar soleado a parcialmente sombreado, húmedo y rico en nutrientes
*Suelo sin nutrientes: asegurá que reciba un suministro suficiente de nutrientes con nitrógeno, potasio y oligoelementos.
*Corte incorrecto en la poda: al podar, cuidado con los nuevos botones florales.
*Daño por escarcha: protegela de las heladas.