El Accidente Cerebrovascular es una enfermedad aguda que ocurre cuando un área del cerebro deja de recibir el oxígeno y los nutrientes que necesita para vivir, debido a una obstrucción (ACV isquémico) o rotura (ACV hemorrágico) de la arteria que irriga la zona afectada, provocando síntomas neurológicos que aparecen bruscamente.
El Dr. Adolfo Savia, médico emergentólogo y Jefe de Emergencias del Sanatorio Anchorena, explica que “El ACV es una enfermedad tiempo-dependiente, es decir, cuanto más rápido se actúe mejor será la evolución y los resultados, por eso es muy importante reconocerlo, no negar los síntomas y activar rápidamente el servicio de emergencias.”
“La mejor posibilidad de atención se da cuando el paciente llega al centro hospitalario entre las 3 y 4 horas y media de iniciados los síntomas y aún dentro de ese tiempo cuanto antes mejor”, dice Savia. Actualmente los servicios de emergencias prehospitalarios se encuentran integrados a un protocolo o “código” de ACV que genera una rápida comunicación con el centro de ACV más cercano, permitiendo que se puedan realizar todas las acciones diagnósticas y terapéuticas de forma rápida, segura y sin esperas.
En un ACV se pueden perder hasta 2.000.000 de neuronas por minuto por lo que cuanto más rápida sea la atención definitiva, mejor será el pronóstico.
Sospechá que estás frente a un ACV cuando una persona desarrolla súbitamente:
Si bien la incidencia del ACV aumenta con la edad, también puede ocurrir en personas jóvenes, por eso siempre es importante considerar cualquiera de estos síntomas como una emergencia, independientemente de la edad del afectado.
Aún si los síntomas desaparecieran por completo, el paciente debe ser evaluado por el equipo de emergencias.
En el marco del Día Mundial del ACV, desde el jueves 29 de octubre y hasta el domingo 1ro de noviembre el Planetario de la Ciudad de Buenos Aires, la Floralis Genérica y el Monumento a los Españoles se teñirán de rojo y se iluminarán con mensajes como parte de la campaña Actuá Con Velocidad.
La acción, organizada conjuntamente por el SAME y la iniciativa Angels, busca concientizar acerca de la identificación temprana de los síntomas de un accidente cerebro vascular y la importancia de actuar con velocidad frente a los primeros indicios.