El 34% de la población adulta de nuestro país presenta niveles altos de presión arterial. Además, el 38,8% de los hipertensos desconoce su condición; y entre quienes la conocen, sólo una minoría está bien controlada. Es por ello que cada 17 de mayo se conmemora el Día Mundial de la Hipertensión Arterial con el fin de concientizar sobre la prevención y control de esta afección, uno de los principales factores de riesgo de las enfermedades cardiovasculares.
La hipertensión arterial (HTA) es una de las enfermedades crónicas no transmisibles más prevalentes en Argentina y está relacionada con muchas patologías cardio metabólicas, entre ellas: colesterol alto, trigliceridemia, obesidad y diabetes.
“Se trata de una enfermedad con síntomas variados, poco claros o específicos y se la considera una enfermedad “silenciosa”. Es por ello que los chequeos rutinarios, screening y controles de salud colaboran en la detección temprana y precoz como así también en la prevención de eventos cardiovasculares agudos”, explica Stefanía Savoia, Licenciada en Nutrición (MN 10670) miembro del Departamento de Nutrición de New Garden.
Una vez diagnosticada a corto, mediano y largo plazo esta afección trae consecuencias irreversibles en el sistema cardíaco, nervioso y renal, entre otros. Si queremos detectarla a tiempo, hay factores de riesgo a tener en cuenta para estar alertas: algunos no son modificables, como la edad, sexo y antecedentes familiares, pero hay muchos de ellos que sí, como el consumo de tabaco y de alcohol, el exceso de peso (sobrepeso y obesidad), llevar una alimentación inadecuada (poco variada con un elevado consumo de sodio, azúcares y grasas) o una nutrición basada en productos industrializados y/o comidas rápidas.“Como se puede ver, hay más factores que sí podemos modificar en relación a los que no. Priorizar la salud como motor de cambios de hábitos es muy importante”, enfatiza la Lic. Savoia.
Números alarmantes: Según las estadísticas arrojadas en la última Encuesta Nacional de Factores de Riesgo (2018), el 34% de la población adulta de nuestro país presenta niveles altos de presión arterial. Además, el 38,8% de los hipertensos desconoce su condición y entre quienes la conocen, sólo una minoría está bien controlada.
Qué es la sal y por qué puede ser tan nociva para nuestro organismo
El cloruro de sodio, llamado comúnmente sal de mesa, está compuesto por dos minerales: cloro y sodio, necesarios para cumplir funciones vitales en el organismo que naturalmente se encuentran en muchos alimentos. “El problema se manifiesta cuando su consumo es excesivo, y en la última encuesta de Factores de Riesgo que mencionamos, se evidenció que el mismo proviene principalmente de los alimentos ultra procesados, siendo un factor de riesgo muy importante para el desarrollo de hipertensión arterial”, explica la Lic. Savoia.
Los productos o preparaciones industrializadas –que se empezaron a consumir con la idea de agilizar tiempos y evitar así “cocinar”-, suelen tener no sólo mayor contenido de sal agregada que los que podemos hacer en casa, sino aditivos que también contienen sodio, como colorantes, conservadores, realzadores de sabor, sal, azúcar, etcétera. En general tienen nombres raros y son difíciles de detectar. De hecho, aquellas preparaciones o productos dulces (galletitas, budines, facturas, dulces) tienen sal y aditivos con sodio, dentro de su lista de ingredientes. Es decir que incluyen sodio oculto. Es decir que en muchas ocasiones estamos consumiendo altos niveles de sal sin darnos cuenta.
10 tips saludables para reducir el consumo de sodio
Menos sal pero mucho sabor
Algunas ideas para sumar más salud, realzando el sabor y disminuyendo el consumo de sal:
Asesoró: Stefanía Savoia, Licenciada en Nutrición (MN 10670) miembro del Departamento de Nutrición de New Garden