Cómo enseñar a los chicos a pensar con IA y aprovecharla de manera consciente
 

Inteligencia artificial en las aulas: cómo usarla de manera consciente y segura

Inteligencia artificial en las aulas: cómo usarla de manera consciente y segura
La IA ya llegó a la educación y plantea un gran desafío: cómo aprovechar su potencial sin que los chicos pierdan el hábito de pensar. Una experta explica por qué no se trata de prohibir, sino de integrarla con criterio, docentes capacitados y herramientas seguras.
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El debate sobre la inteligencia artificial en las aulas crece día a día. ¿Se debe permitir o prohibir su uso? Daniela Buján, emprendedora EdTech y fundadora de Auroria IA, sostiene que la clave está en el equilibrio: “Ni prohibiendo ni liberando sin control. La alfabetización en IA es urgente, pero tiene que darse en entornos seguros, con docentes preparados y herramientas diseñadas para lo educativo”.

Desde su mirada, los riesgos de un uso sin supervisión son claros: deuda cognitiva (el cerebro trabaja hasta un 55% menos cuando la IA resuelve por el alumno), dependencia, acceso a contenidos inapropiados y hasta la posibilidad de establecer vínculos manipuladores con un sistema que simula afecto.

Ventajas y desventajas de la IA en las aulas

Buján asegura que la inteligencia artificial puede transformar positivamente la educación si se usa con criterio. Entre sus principales ventajas señala:

  • Personalización del aprendizaje: cada chico avanza a su propio ritmo.
  • Inclusión: permite adaptarse a estudiantes con distintas necesidades o diagnósticos.
  • Ahorro de tiempo docente: libera de tareas repetitivas para enfocarse en enseñar a pensar.

Sin embargo, insiste en que los riesgos son reales si no se regula su uso. “La IA no es el problema. El problema es cómo, cuándo y con qué propósito se usa”, explica.

Auroria: una IA educativa pensada para enseñar a pensar

Auroria no es una app más para resolver tareas, sino un asistente educativo de inteligencia artificial creado especialmente para escuelas. Su objetivo principal es claro: la IA no tiene que dar respuestas inmediatas, sino estimular el razonamiento y el pensamiento crítico.

Según explica Daniela Buján, su cofundadora, la herramienta fue diseñada para acompañar a todo el ecosistema escolar: alumnos, docentes y directivos.

  • Para los estudiantes, Auroria trabaja en modo socrático: devuelve preguntas en lugar de respuestas servidas, bloquea contenidos inapropiados y genera alertas emocionales que permiten detectar posibles señales de riesgo. Así, se busca evitar la “deuda cognitiva” y la dependencia que puede generar la IA en los chicos.
  • Para los docentes, ofrece planificación rápida, creación de clases y simulacros, adaptación para alumnos con TDAH, dislexia o autismo, y estadísticas de uso por tema y curso. Todo sin perder el control pedagógico.
  • Para los directivos, devuelve autonomía: la herramienta se configura a medida de cada institución, alineada con su currícula, valores y realidad.

En este sentido, Buján enfatiza que la IA no viene a reemplazar a los docentes, sino a revalorizarlos. Les permite ahorrar tiempo en tareas repetitivas y recuperar espacio para lo más importante: el vínculo uno a uno, el acompañamiento emocional y el desarrollo de nuevas materias que hoy quedan fuera de la currícula, como oratoria, finanzas personales o pensamiento crítico.

Auroria, sostiene, no es una solución enlatada, sino un proyecto co-construido con cada escuela para garantizar un uso seguro, responsable y pedagógico de la inteligencia artificial en las aulas.

Cómo enseñar a los chicos a usar la IA de manera activa

Daniela Buján insiste en que lo fundamental es evitar que los estudiantes adopten una actitud pasiva frente al aprendizaje.

Algunas pautas para aplicar en casa y en el aula

  • No glorificar la respuesta rápida: valorar el esfuerzo y el proceso.
  • Elegir herramientas que devuelvan preguntas: estimular el pensamiento crítico.
  • Estar presentes: acompañar con preguntas como “¿Cómo llegaste a esa conclusión?”.
  • Hablar del propósito: reflexionar sobre para qué se usa la IA.
  • Dar tiempo sin pantallas: aburrirse, escribir a mano o dibujar también es aprendizaje.

“La IA no es apretar un botón. Es pensar con ayuda, no dejar de pensar”, resume la especialista.

Formación docente: una condición necesaria

Para que la IA funcione en las aulas, los docentes necesitan capacitación previa. No se trata solo de aprender lo técnico, sino de entender cómo y cuándo usarla, y en qué casos no hacerlo. Programas como PaideIA, impulsado por el Ministerio de Capital Humano, apuntan en esa dirección, aunque aún queda mucho camino por recorrer.

“La inteligencia artificial bien usada puede ser una gran aliada, pero sin docentes formados y protagonistas, no hay transformación educativa posible”, concluye Buján.

Cómo enseñar a los chicos a pensar con IA y aprovecharla de manera consciente
Cómo enseñar a los chicos a pensar con IA y aprovecharla de manera consciente

Fuente: Daniela Buján, emprendedora EdTech y estratega de marcas tech con propósito, mentora de mujeres en tecnología y speaker. Fundadora de Auroria IA, la plataforma que integra inteligencia artificial en las aulas de manera segura y pedagógica. 

 

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