En el marco del 22 de noviembre, Día del Psiquiatra en Argentina, la médica especialista en psiquiatría infanto juvenil Pía Lobo (MN 149009) —@psiquiatrasalavista en redes— reflexiona sobre cómo viven los pacientes su primera consulta y cuáles son los prejuicios que aún hoy dificultan el acceso a la atención especializada.
Miedos, mitos y falsas creencias que frenan la búsqueda de ayuda
Según explica Lobo, muchas personas llegan a la primera consulta “atravesando distintas sensaciones” y, especialmente quienes consultan por primera vez, lo hacen “con miedo”, influenciados por prejuicios muy instalados como:
- “Me van a medicar”.
- “Voy a estar dopada”.
- “La medicación me va a cambiar la personalidad”.
- “Voy a depender de por vida”.
A esto se suman frases que minimizan el malestar emocional, como: “no estoy tan mal, un diagnóstico me va a estigmatizar”.
Para la especialista, estos temores pueden retrasar la decisión de pedir ayuda, incluso cuando los síntomas aparecen tempranamente. También observa que es habitual recibir pacientes que llevan meses o años en terapia y recién entonces consideran una derivación: “¿fue miedo?, ¿falta de información?, ¿desconocimiento sobre cuándo consultar a un psiquiatra?”.
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La importancia de una entrevista clínica con tiempo
Lobo señala que algunas personas llegan con experiencias previas negativas: consultas demasiado breves, poca escucha y falta de explicaciones claras. Por eso remarca que la herramienta central del psiquiatra es la entrevista clínica, y que “no puede hacerse bien cuando hay escaso tiempo, especialmente en las primeras consultas”.
Explica que se necesita “escuchar, preguntar, reconstruir la historia y conocer el contexto”, un proceso que suele llevar entre 45 y 60 minutos para obtener una visión integral y brindar indicaciones claras. En sistemas de atención con tiempos muy limitados, reconoce que es comprensible que el paciente no siempre se sienta acompañado.
¿Cuándo consultar a un psiquiatra? Mucho antes de lo que se cree
La especialista destaca que sorprende el rechazo inicial que aún existe hacia la psiquiatría, como si fuera “la última opción”. Sin embargo, la consulta psiquiátrica no se limita a situaciones críticas como intentos de suicidio, autolesiones o cuadros depresivos severos. Los psiquiatras también diagnostican, tratan y previenen una amplia variedad de trastornos mentales, emocionales y del comportamiento.
Lobo subraya que no siempre dimensionamos el costo emocional y funcional de no consultar a tiempo: la ansiedad persistente, el insomnio, la irritabilidad o la angustia afectan el bienestar personal pero también “el rendimiento académico, la productividad laboral, los vínculos, el descanso y la capacidad de disfrutar de las actividades cotidianas”. Y cuando el malestar se cronifica, “cuesta más volver al equilibrio”.
Psiquiatras y psicólogos: roles diferentes pero complementarios
Si bien no es obligatorio llegar con una derivación, muchas consultas surgen desde la psicoterapia. La diferencia, señala Lobo, es que el psiquiatra —como médico— puede solicitar estudios, integrar información clínica y sumar una mirada biológica, psicológica y social. “Este enfoque integral permite comprender al paciente en su totalidad y ajustar el tratamiento a sus necesidades reales”, agrega.
Por eso destaca que el trabajo conjunto entre psiquiatras, psicólogos y terapeutas es fundamental para brindar una atención integral.
El tratamiento no es solo medicación
En su reflexión, Lobo remarca que el tratamiento psiquiátrico “no se limita a los medicamentos”. Un buen psiquiatra evalúa cada caso de forma personalizada, teniendo en cuenta no solo los síntomas sino también el contexto de vida, las relaciones, el entorno laboral o académico y el bienestar emocional general.
La salud mental, dice, requiere un abordaje multidisciplinario que combina psicoterapia, apoyo familiar, hábitos saludables, manejo del estrés y medicación solo cuando corresponde. “Cada pieza cumple un rol distinto”, explica. Y cuando se logra un equipo coordinado, “los avances son más sólidos y duraderos”.
La primera consulta: un espacio seguro que puede cambiarlo todo
Cuando la primera entrevista psiquiátrica es clara y se da en un entorno cuidado, suele generar alivio inmediato. “Es el momento en el que el paciente empieza a entender que lo que le pasa tiene un nombre, un sentido y un camino posible”, explica Lobo. Para quienes atraviesan sufrimiento emocional, ese primer paso puede ser determinante.
Hoy, además, observa que los pacientes llegan más informados y es cada vez más común que las personas —especialmente adultos jóvenes— consulten para resolver malestares emocionales.
Buscar ayuda es un acto de valentía
Para concluir, Lobo hace hincapié en la necesidad de desmantelar las barreras del estigma en torno a la psiquiatría, un recurso universal orientado al tratamiento y la prevención de la salud mental.
“Entender que buscar ayuda no es un signo de debilidad, sino una decisión valiente y comprometida, es el paso fundamental para priorizar el bienestar”, afirma.
Pia Lobo, Médica- especialista en psiquiatría infanto juvenil, MN Nº 149009. Red social @psiquiatrasalavista
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