Las denuncias de abuso sexual contra Jey Mammon y Marcelo Corazza encendieron las alertas. El Dr. Walter Ghedin, psiquiatra y sexólogo nos explica qué debemos tener en cuenta para reconocer el perfil de un abusador.
La detención del productor televisivo Marcelo Corazza y luego, la denuncia mediática contra Jey Mammon, causaron alerta en los entornos familiares. Para saber más sobre el perfil del abusador, consultamos al doctor Walter Ghedín, especialista en psiquiatría y sexología, quien explicó que "la presencia de fantasías, atracción y conductas de un joven o un adulto hacia un niño o prepúber (11 a 14 años) o púber (14 a 16) se denomina pedofilia o pedohebefilia (atracción hacia niños y jóvenes)".
Y agregó: "La pedofilia comprende fantasías persistentes, masturbación, atracción por el cuerpo del menor y comportamientos afectivo-amorosos. EL DSM 5 (Manual que clasifica los trastornos mentales) no diferencia entre pedofilia y pederastia (conducta concreta de abuso), ya que en ambos casos hay atracción hacia los menores de edad. Sin embargo, el pederasta tiende a consumar el abuso, no así el pedófilo que puede quedar solo en la atracción".
Según Ghedín "cuando una persona tiene una relación con un menor, incluida la actividad sexual, pero no tiene pensamientos ni fantasías persistentes ni sufre por la presencia de éstas, el caso se encasilla dentro de lo que se conoce como 'episodio pedofílico'".
"Cuando el sujeto siente impulsos y fantasías persistentes por contactarse con un menor, siente angustia por la situación impropia y suele pedir ayuda médica por el miedo a cometer un delito sexual, se denomina Trastorno por pedofilia. Este último perfil se inclina por ver pornografía y de formar grupos con quienes se comparte material pornográfico con menores", añade.
Según una encuesta de la revista Abuso Infantil (Alemania, 23 de abril de 2022) aproximadamente un 7 % de los hombres encuestados han sentido atracción sexual por un prepuber y un 17 % por púberes o adolescentes.
"La atracción del deseo pedófilo puede ser hacia pequeños del mismo sexo, del sexo opuesto o indistinto. Hay que aclarar que esta conducta nada tiene que ver con las orientaciones sexuales (hetero/ homo/bisexual/ asexual/pansexual), ni con el deseo sexual alto, y que su manifestación es la expresión de una estructura de personalidad denominada perversa. Cuando se habla de estructura perversa quiere decir que el sujeto queda fijado a ese tipo de amor/erótica/sexualidad, considerando que las otras formas de expresión de la sexualidad no le provocan el mismo placer", explica el especialista.
"Como se puede observar existen distintas formas de presentación de la pedofilia, por lo general, es una conducta marginal que el sujeto esconde pero que no puede contener. Muchas de estas personas (la mayoría son hombres) llevan una vida matrimonial, con hijos, con pertenencia social (laboral, amistades, grupos, religión, etc.), no obstante esconden su verdadero motivo de placer sexual. Muchas veces el interés sexual es tan fuerte que se arriesgan a ser descubiertos", concluye Ghedín.