El agua de rosas es un preparado natural que tiene un montón de funciones, tanto físicas como espirituales. Aprendé a hacerlo en simples pasos y llevalo con vos a todas partes. Así lo explica Candela Carretero Rottemberg, arte terapeuta y bruja verde.
Hoy en día un montón de marcas utilizan el agua de rosas en sus productos pero… ¿sabías que podés prepararla en casa vos misma, intencionarla según tus deseos y utilizarla también con propósitos energéticos? Además, hacerla es super fácil.
Los elementos que necesitás son concretos y simples de conseguir: pétalos de rosa, agua hervida, un frasco donde vayas a conservarla, un colador de cocina y papel con lapicera para rotularla.
Luego, para mantenerla, podés colocarla en la heladera o llevarla con vos en la cartera si elegís un frasco acorde. Te va a durar de 4 a 5 días (tené en cuenta que no contiene ningún conservante).
Como te contábamos, el agua de rosas tiene muchísimos usos. Uno de ellos es su gran potencia con respecto a la piel y el mundo físico. Algunas propiedades son:
-calma
-desinflama
-tonifica
-refresca
-descongestiona
Podés utilizarla en rostro, cuello, muñecas, nuca y cualquier otra parte del cuerpo que consideres. Cuanto más fresca ¡mejor!
En lo que respecta al mundo espiritual, también tiene muchísimas propiedades esta preparación.
-Las rosas tienen gran vínculo con el amor: podés intencionar el amor propio colocándola en tu cuerpo y en tus espacios. También podés estrechar tu relación con el amor universal y llenar tus espacios de este preparado colocándolo en un rociador.
-Gran poder de depuración: podés utilizarla para lavarte las manos visualizando lo que despedis, purgas y eliminas de tu vida
-Probala para la digesión: podés colocarla en tu cuerpo después de las comidas para los procesos digestivos físicos pero también podés colocarla en tu nuca y sienes cuando hay alguna situación de la vida que tengas que transitar con calma.
Fuente: Candela Carretero Rottemberg, @_eslila, arteterapeuta y bruja verde