La sal ha sido un recurso valioso desde tiempos antiguos, no solo por su uso en la conservación de alimentos y como moneda de intercambio, sino también por su poder simbólico. Se la considera un canalizador de energías capaz de limpiar, proteger y atraer prosperidad. Incluso quienes no creen en rituales suelen tirar sal sobre el hombro cuando se derrama, como gesto para alejar la mala suerte.
¿Cuándo hacer el ritual de la sal?
La tradición indica que el primer domingo de cada mes es el momento ideal para realizarlo, ya que simboliza un nuevo comienzo y permite atraer abundancia y buenas energías para las semanas siguientes.
Qué necesitás para el ritual
- Un vaso de vidrio transparente (que no uses para beber).
- Sal gruesa o fina (ambas funcionan).
- Agua.
Paso a paso del ritual de la sal
- Paso 1: Colocá sal en el vaso, llenando aproximadamente un tercio.
- Paso 2: Agregá agua sin llegar al tope.
- Paso 3: Dejá reposar el vaso durante una hora.
- Paso 4: Pasado ese tiempo, lavate las manos con la mezcla mientras repetís: “La sal es protectora y ella me ayudará a que la abundancia jamás falte en mi vida”. Hacelo con intención y fe.
- Paso 5: Arrojá el agua a la tierra (jardín o maceta) para devolver su energía a la naturaleza. Si no tenés, podés tirarla en la bacha de la cocina.
- Paso 6: Secá tus manos aplaudiendo varias veces. El sonido ayuda a sellar la energía del ritual.
- Paso 7: Podés realizarlo a cualquier hora del día, en tu casa o en el lugar donde estés.
La clave: la intención
Más allá de los pasos, lo esencial es la confianza y la intención que pongas al realizarlo. Creer en el poder del ritual y visualizar la abundancia que deseás atraer es lo que activa su energía.
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