La princesa Alexia de Holanda volvió a acaparar todas las miradas en su tercera participación en el Prinsjesdag, la tradicional ceremonia con la que se inaugura el año parlamentario en los Países Bajos.
La segunda hija de los reyes Guillermo y Máxima llegó al palacio Ridderzaal en un carruaje real junto a su hermana menor Ariane y lució uno de sus looks más impactantes hasta el momento: un vestido largo de gala en color púrpura con escote asimétrico y capa, una apuesta moderna, sofisticada y completamente alineada con las tendencias del otoño.
Alexia adoptó un vestido con escote asimétrico y capa
Confeccionado en crepe, el diseño destaca por su estructura recta, cuello redondo y una sola manga, mientras que la capa surge de uno de los hombros y envuelve el escote hasta caer por el brazo descubierto, aportando dramatismo y movimiento a la silueta.
El color púrpura, uno de los tonos estrella de la temporada, reforzó el carácter contemporáneo de su estilismo y le dio un aire poderoso y elegante.
Una cartera low cost que se robó el protagonismo
Aunque sus hermanas optaron por tocados llamativos, Alexia prescindió de sombreros voluminosos y decoró su recogido con una blonda de encaje al tono, un gesto minimalista que dejó brillar sus accesorios. Unos pendientes dorados, un maxibrazalete metálico y guantes de cuero púrpura.
Para culminar su outfit, adoptó un clutch rígido con asa dorada de Zara, un modelo de la firma española que demostró que la princesa sabe combinar alta moda con piezas accesibles, logrando un look equilibrado y actual.
Con este estilismo, Alexia firmó su mejor aparición hasta el momento y confirmó que su estilo personal se mueve con naturalidad entre lo clásico y lo trendy.
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