La princesa Amalia de Holanda volvió a captar todas las miradas durante su visita al Ayuntamiento de Ámsterdam, en un compromiso oficial al que asistió sin la compañía del rey Guillermo Alejandro ni de Máxima. Con esta aparición, la futura reina reafirmó su rol institucional y, al mismo tiempo, dejó en claro que está construyendo un estilo propio, sobrio pero con guiños de lujo.
Muy sonriente, Amalia posó ante los medios con un look aparentemente sencillo: blusa blanca con lazo, pantalón negro y stilettos. Sin embargo, los complementos elevaron el estilismo y revelaron su costado más sofisticado.
La blusa con lazo: el ítem de la temporada
La pieza central del outfit fue una blusa blanca satinada con cuello lazada, un diseño clásico y elegante que promete ser protagonista en la primavera 2025. El lazo suaviza la silueta y aporta un aire romántico, mientras que las mangas largas, arremangadas de manera informal, equilibran la formalidad con frescura.
La combinación con pantalón negro recto confirma la versatilidad del binomio blanco y negro, un recurso que siempre funciona. En este caso, Amalia le dio un giro personal con accesorios en color bordó, logrando un efecto effortless pero pensado.
Accesorios de lujo heredados de Máxima
El detalle más llamativo estuvo en los complementos. Amalia llevó una cartera Chanel en tono bordó, modelo mítico de la maison, realizado en piel caviar acolchada y con cierre giratorio CC en dorado. Una pieza valorada en alrededor de 6.000 euros que pertenece a la colección de su madre, la reina Máxima.
El toque final lo dio un reloj Panthère de Cartier en oro amarillo, valorado en 23.600 euros. Se trata de la versión mini, con brazalete ultraflexible, esfera plateada y corona engastada con zafiro. Un símbolo de exclusividad que acompaña a la perfección un look sobrio pero cargado de significado.
Un estilo royal en evolución
Con este estilismo, Amalia se diferencia del perfil más llamativo de su madre y apuesta por la sobriedad sin renunciar a los guiños de lujo. La elección de la blusa con lazo como protagonista marca tendencia y refuerza la idea de que las piezas clásicas, bien combinadas, siempre vuelven con fuerza en la moda de media estación.
Su aparición en Ámsterdam no solo consolidó su imagen como futura reina, también la posicionó como referente de estilo: discreta, elegante y con un sello propio que equilibra responsabilidad institucional y moda actual.
Fotos y video: IG (koninklijkhuis)
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