Desde el momento en que recibí la invitación de Vogue Club para asistir a esta exclusiva velada de moda y cócteles en el MET Museum, supe que estaba a punto de vivir algo extraordinario. Poder caminar por los pasillos del icónico museo fuera de sus horarios de visita habituales ya era emocionante, pero lo que me esperaba dentro de la exposición superó todas mis expectativas.
Una noche mágica
Al ingresar al museo, me recibió una atmósfera de elegancia y sofisticación. La recepción estaba adornada con impresionantes arreglos florales, y la suave música ambiental creaba un ambiente vibrante y cautivador. Pero lo más emocionante estaba por venir cuando subí las majestuosas escaleras centrales del MET, sintiendo que se anticipaba un momento mágico en cada paso.
La galería 899, donde se encuentra la exposición, me abrumó con su belleza y creatividad. Decidí mantenerme abierta y receptiva. Para no perder el asombro, evité mirar imágenes de la muestra previamente a mi visita, deseando experimentar cada momento con una mente fresca y curiosa. Y definitivamente valió la pena.
"Un vestido está hecho para ser llevado, para moverse en el espacio. Cuando una obra de moda entra en la colección del MET, se convierte en un objeto. Ya no se puede tocar, ya no se puede sentir, no de la forma que pretendía el creador original. Esta exposición es un gran experimento multisensorial y una celebración de las múltiples dimensiones de la experiencia de la moda", este era el reto al que se enfrentó el curador de la muestra, Andrew Bolton, y su equipo.
Un título adecuado
La muestra “Sleeping Beauties: Reawakening Fashion” se estructura en torno a piezas de singular importancia histórica y belleza estética, tan frágiles que resultan imposibles de volver a vestir (Son las 'bellas durmientes' del título). La exposición presenta particularmente dieciséis “Sleeping Beauties”, diseños tan delicados que reposan horizontalmente en vitrinas de vidrio, como si flotaran en el tiempo.
En este sentido, el término “Reawakening Fashion” cobra vida al emplear tecnología de vanguardia y un profundo análisis histórico para resucitar estas obras maestras de la moda, permitiendo que vuelvan a evocar experiencias sensoriales. Al adentrarte en la exposición, no solo contemplas la moda; la sientes.
Las piezas parecen susurrar historias del pasado mientras la tecnología moderna las envuelve en una nueva luz, transformando cada vitrina en un portal a otro tiempo. Una danza entre lo antiguo y lo nuevo, donde cada prenda no solo se ve, sino que se vive, despertando emociones y sentidos en un maravilloso juego de historia y modernidad.
Las protagonistas en el MET
La exposición es una verdadera obra maestra, una experiencia multisensorial que desafió todas mis expectativas. Desde el momento en que ingresé, fui transportada a través del tiempo y el espacio, explorando cuatro siglos de historia de la moda de una manera completamente innovadora y emocionante. En una época en la que las redes sociales han reducido la moda a píxeles en una pantalla, el MET nos invita a interactuar con el mundo físico.
Cada sala está cuidadosamente diseñada para estimular todos tus sentidos. Desde los exquisitos aromas de las flores hasta el suave roce de la seda en contacto con los dedos de la mano, cada detalle fue meticulosamente planeado para crear una experiencia inmersiva e inolvidable.
Me encantó la mezcla de piezas históricas, algunas con 400 años de antigüedad, con ítems de las colecciones más recientes (Otoño 2024), cada una con su propia historia y significado. Desde los vestidos deslumbrantes de épocas pasadas hasta las innovadoras creaciones de diseñadores contemporáneos, cada pieza era una obra de arte en sí misma.
Pero lo que realmente la hace especial es la forma en que nos invita a interactuar con las prendas y accesorios expuestos. Desde los videos animados hasta los paisajes sonoros que envolvían mis oídos, cada elemento de la exposición está diseñado para capturar tu imaginación y transportarte a un mundo de fantasía y belleza.
Los elegidos de Loli
Una de mis partes favoritas fue la sala dedicada al atrevido estilo de la socialité neoyorquina Millicent Rogers. Además de ver sus impresionantes vestidos y sombreros, también tuve la oportunidad de experimentar su fragancia personal, creada a partir de las moléculas encontradas en sus prendas expuestas. Fue una experiencia verdaderamente única y reveladora. Imagínate oler el delicado perfume de una era pasada adherido a un sombrero floral, o sentir las intrincadas texturas de los vestidos bordados cobrar vida en las yemas de tus dedos.
Otro de mis favoritos, fue el área de Reseda Luteola, donde abundaban vestidos amarillos en distintas telas y diseños. Un encanto monocromático lleno de luz y calidez.
Definitivamente, "Sleeping Beauties: Reawakening Fashion" no es solo una exhibición de moda, sino una celebración de la creatividad humana y la magia detrás de cada prenda. Me siento increíblemente agradecida por haber tenido la oportunidad de experimentar esta fascinante historia de la moda de una manera completamente innovadora.
¡No te pierdas la oportunidad de vivir la historia de la moda como nunca antes! "Sleeping Beauties" continúa abierta al público hasta el 2 de Septiembre.
Podes encontrar más información en su página web: https://www.metmuseum.org/es/exhibitions/sleeping-beauties-reawakening-fashion
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