Si me preguntás qué prenda me sacó de varios apuros esta temporada, te digo sin dudar: el chaleco sastrero. Elegante, versátil y con ese toque de moda que tanto me gusta, lo incorporé a mis outfits de invierno y no me lo saco más. Se convirtió en el comodín perfecto para armar capas con estilo y sumar abrigo sin perder elegancia.
Además, es una pieza clave del nuevo poder femenino en la moda: tiene estructura, personalidad y combina con todo.

Otra razón por la que el chaleco sastrero me resulta tan versátil es la variedad de texturas que podés encontrar. Hay versiones en lana fría, ideales para el día a día; en tweed, que le suman un aire más clásico y abrigado; en gabardina o lino, perfectas para entretiempo; y hasta en cuero ecológico o paño, que le dan un toque más moderno y urbano.
Elegir bien la textura puede cambiar por completo la vibra del look: un chaleco de paño con suéter es más cozy, mientras que uno de lino con camisa blanca se ve más fresco y liviano. A la noche, me gusta jugar con texturas más delicadas como la seda o el satén, que contrastan con piezas más estructuradas y elevan el conjunto sin esfuerzo.
Cómo lo uso: sobre un blazer, sobre un suéter o sobre una polera

Si todavía no te animaste a sumar un chaleco sastrero a tu guardarropa de invierno, te lo súper recomiendo. No solo abriga más de lo que parece, sino que le da a cualquier look ese aire “smart” y bien armado que todas buscamos. Es la prenda que resuelve y eleva al mismo tiempo.
Y lo mejor: podés seguir usándolo cuando llegue la primavera, con remeras o camisas livianas debajo. Así que es una inversión que vale doble.
1. Chaleco sastrero sobre blazer

Sí, arriba del blazer. Me gusta usarlo tipo layering en tonos neutros, como gris sobre gris o negro sobre camel. La clave es que el blazer sea más ajustado y el chaleco, apenas más oversized. El efecto es súper moderno y visualmente estiliza la silueta.
2. Chaleco sobre un suéter de lana

Esta opción es ideal para los días fríos donde el abrigo necesita ser estratégico. Un chaleco bien estructurado sobre un suéter da un look entre casual y sofisticado. Si le sumás un pantalón recto y botas, tenés un look de oficina actualizado o también para lograr un look más descontracturado usálo con una mini de cuero, medias negras y borceguíes.
3. Chaleco sobre polera

Este combo me encanta. Es limpio, elegante y muy trendy. La polera blanca es un básico del invierno, y el chaleco encima le da el toque sastrero perfecto. Lo complemento con aros grandes o un pañuelo corto, para sumar interés sin recargar.
4. Chaleco con remera de tul para la noche

Cuando quiero un look más nocturno o con un guiño sexy, lo combino con una remera de tul tramado, transparente, por debajo. Me gusta contrastar la textura suave y etérea del tul con la estructura del chaleco. Agrego un pantalón negro de vestir o una falda midi, y el look se transforma por completo: elegante, femenino y con un toque moderno. Ideal para una salida o evento informal.
5. Chaleco sobre camisa blanca

Una de las formas más fáciles y cancheras de usar el chaleco sastrero en los días que no son tan fríos. La camisa blanca clásica se transforma con un chaleco encima, logrando un look pulido pero relajado, ideal para reuniones informales o días de media estación. Si le sumás jeans rectos y mocasines, tenés un estilismo de inspiración parisina sin esfuerzo.
Tips para elegir el chaleco ideal
- Buscá uno que marque la cintura: aunque sea recto, que tenga un pequeño entalle ayuda a estilizar.
- Los tonos neutros ganan: gris, negro, camel o beige son versátiles y combinan con todo.
- Prestá atención al largo: idealmente, que termine justo sobre la cadera o un poco más abajo.
- Probalo cerrado y abierto: te vas a sorprender de cómo cambia el look solo con ese detalle.
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