En el marco de la primera jornada de Bridal Runway Latam 2025, el diseñador argentino Adrián Brown presentó una propuesta que conmovió por su profundidad emocional y sensibilidad estética. Su colección no solo fue un despliegue de moda nupcial, sino una invitación a reconectar con los rituales que marcaron generaciones.
Vestidos que cuentan historias
Bajo el concepto del “baile de presentación en sociedad”, que en muchos pueblos y ciudades del interior argentino aún persiste como un símbolo de iniciación, Brown tejió una narrativa visual cargada de nostalgia, fantasía y delicadeza.
Los vestidos —vaporosos, con lazos aniñados, tules etéreos y líneas suaves— parecían sacados de una postal antigua, donde el tiempo se detiene justo antes del primer paso al centro de la pista.
Con su impronta habitual, el diseñador propuso una lectura renovada de ese instante iniciático, capturando la emoción del primer vals al ritmo de Strauss, y resignificándolo como acto de empoderamiento.
Moda consciente con raíz emocional
Lo interesante de esta colección es que, además de lo visual, plantea una reflexión sobre la sustentabilidad. En tiempos donde los rituales blancos parecen desvanecerse, Brown rescata una práctica ancestral: el vestido que se transforma. Muchos de los diseños evocan aquellos trajes de quince años que, con apenas un velo, se convertían en atuendos de boda.
Ese gesto íntimo y circular es hoy un símbolo de moda ética, donde el recuerdo, el cuidado y el diseño consciente se entrelazan.
Adrián Brown fue una de las figuras destacadas de la jornada, aportando una visión que combina lo clásico con lo contemporáneo, lo simbólico con lo funcional. Su propuesta reafirma que la moda nupcial también puede ser un acto de memoria, creatividad y conciencia.
Fotos: Diego García
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