La cita para la producción de fotos de Sofía Andino se sintió como una reunión familiar: llegó acompañada por su mamá, la ex modelo Carolina Prat, y su hermana menor, Vicky (Monchi, el más chico, estaba en el colegio). A sus 25 años, es una joven que habla con una sinceridad que no resta firmeza a sus convicciones a la hora de conversar, sobre todo de aquello que la apasiona: el arte y las letras.

Hija del reconocido periodista Guillermo Andino, Sofía es consciente de la precedencia: su abuelo, Ramón Andino, fue un ícono del periodismo que marcó el trayecto inicial que luego seguiría su papá. Hoy, ella se anima a ponerse detrás de la cámara (o detrás de la palabra), aunque para Para Ti se permitió jugar a ponerse delante de ella. Repasamos su proyecto editorial, el legado familiar y su forma de encontrar una voz propia.
La tensión entre la exposición heredada y la búsqueda de control
La charla se inicia mientras maquillan y peinan a Sofía, repasando cómo es para ella provenir de una familia con integrantes de perfil público y cómo fue crecer en ese contexto. Si bien ella es la protagonista del encuentro, no faltarán intervenciones de su mamá (que acumula varios años de carrera en el modelaje y la tevé) y su hermana, Vicky, que también está comenzando como modelo.
La vida de Sofía siempre estuvo marcada por la figura pública de su padre. La gestión de esa visibilidad, especialmente con la irrupción de las redes sociales, fue un punto de quiebre que la impulsó a buscar un camino propio.
Sofía cuenta que, tras abrir su primera cuenta de Instagram de manera pública, con el tiempo sintió que empezó a perder el control de los seguidores, motivo por el que decidió separar las cosas.

-¿Qué recordás de ese momento [en que decidiste achicar tu cuenta de Instagram]?
-Fue como esa pérdida de control de no saber quién está mirando tu vida, que a mí me empezó a desesperar mucho. Dejé la cuenta personal para mejores amigos y me abrí una cuenta de fotografía, dije, para que convivan esos dos mundos por separado. Además pensé en darle como un cauce más artístico, si se quiere, a la red social.

En este sentido, interviene Carolina Prat para contar de qué manera, como familia, manejaron el tema de la exposición de sus hijos. Que de pequeños están bajo el ala de los padres, si ellos eligen participan de notas, fotografías, pero que todo cambia cuando ellos ya tienen una voz propia y toman decisiones sobre eso.
Repasan la última nota que hicieron como familia, para la cual les "rogaron" a los chicos que participen. "Fue como un ruego y yo dije, 'Bueno, si es aceptar, sí, pero si no, entiendo perfectamente, porque el que eligió ser conocido, en este caso, es Guille. Cuando te empiezan a decir que no me parece que está bueno darles la opción'.
-¿Y qué bueno que ustedes escuchen eso también, no?
-A mí desde chica la exposición me costaba, como que no entendía por qué todo el mundo conocía a mi papá. Me acuerdo cuando entré al colegio, me preguntaban si mi papá era el presidente, ¿viste?

-Pero también vos viviste esa exposición en primera persona...
-Vicky: Me han pasado a estar en Arte y tipo, en las revistas que aparecían mis papás... Todos empezaban: 'Está el papá de Vicky en la revista' y eso me ponía re incómoda.
-Sofía: Recuerdo situaciones de chica, de estar en un aeropuerto y que la gente venga corriendo como si hubiera visto a Brad Pitt, a abrazar a mi papá de la nada. Y una se queda ahí, tiesa...
-Vicky: O cuando te das cuenta de que te están filmando disimuladamente...
-Sofía: Cuando la tele estaba más en auge, que no estaba el streaming y todo lo que vino después a diversificar, era como que estábamos ahí, más expuestos. Igual jamás nos pasó de vivir una situación violenta, ni nada, la gente suele acercarse con mucho respeto.
-¿Y cómo lidiás con eso?
-Sofía: Yo con el tiempo igual como que aprendí mucho a disociar también. Tengo un poco ese poder.

De la Canon al collage digital: el arte de componer mundos
La fotografía fue la primera disciplina que la ayudó a canalizar esa necesidad de expresión, pasando de una cámara amateur a un equipo profesional, siempre en una búsqueda de un estilo personal.
- ¿Cuándo empezaste a interesarte por la fotografía?
-Siempre me gustó sacar fotos y editarlas. En 2018 me compré mi primera cámara. Al año quise profesionalizarlo más y me regalaron una Canon. Y ahí sí empecé mucho más a aprender de verdad, como todo lo que es lo manual.
-¿Hablás de los collages que publicás en tu cuenta de Instagram?
-Claro, esos. Ahí también empecé a mezclar creaciones que hago materiales, físicas, con lo digital, como ese cruce. Me gusta mucho jugar con la imagen. Es lo que más me divierte hacer.

-¿El registro que a vos te gusta?
-Sí, eso. Buscando un estilo quizás más propio, pero siempre inspirándome en otros artistas. Yo siempre dije que para mí la fotografía transporta. Puede llevarte a un montón de lugares y de sensaciones.
Ilka Krupkin: la editorial que busca redefinir el "canon"
Tras un paso por Comunicación y Relaciones Internacionales, Sofía encontró su nicho en Humanidades, que integra la historia, el arte y la filosofía. Este interés se materializó en su proyecto actual: una editorial independiente con un propósito claro: dar a conocer nuevas voces.
Sofía lo lleva adelante junto a Clara, su amiga y, ahora, socia. Abren convocatorias por temática, realizan una curaduría y luego, en el momento del lanzamiento, organizan un evento buscando la representación de diferentes disciplinas y convertirse en una plataforma de difusión para estos artistas emergentes.
-O sea, que cuando saliste de la secundaria, ¿no dudaste cuál era tu carrera a seguir?
-No, sí. Yo arranqué en Comunicación en San Andrés. No me terminó de cerrar el plan de estudios. Me pasé a Relaciones Internacionales. Y dije, "Para, tiene que haber una carrera que sea como una mezcla"… Y encontré Humanidades, y me encantó.

Borcegos LALI RAMIREZ
-Cuando uno empieza a hacer la carrera, ahí te das cuenta si te gusta o no...
-Sí, todo es mucho probar y errar también.
-¿A qué te dedicás hoy en día, además de la fotografía?
-La fotografía quizás ahora sí quedó más como hobby. Me encanta y a todos lados voy con mi cámara. Pero estoy con proyectos de culturales, literarios: Ilka Krupkin, que es un diario físico. Nuestra idea es publicar a nuevas voces. Abrimos convocatorias con temáticas y llamamos a escritores sensibles a que compartan la voz. Porque en el mundo de la literatura hay mucha timidez, porque al escribir te exponés un montón. Por eso la premisa de Ilka es esto: brindar el espacio para que nos expongamos todos juntos y ver qué sale de eso.
Lo hago con mi compa, Clara, la conocí a través de una amiga que las dos tenemos en común, que vio lo que hacíamos por separado y pensó que podíamos armar algo juntas. Ilka era su bisabuelo, un escritor croata de la vanguardia argentina de la época de Borges y Bioy Casares. Quizás no tuvo esa fama o reconocimiento de quedar tipo canon.

-¿Lograron que sea sustentable económicamente? ¿Cómo viene eso?
-Estamos muy en eso. Tenemos la fe de que en algún momento esto va a ser rentable económicamente. Hay un poco un prejuicio de que es por amor al arte. Pero el arte también es un medio de vida y es justo que uno tenga una ganancia.

-¡Tal cual! La ganancia es lo que te permite seguir creciendo
-Exactamente. Y hay que poner esa pata de marketing o de venta comercial, para salir a buscar sponsors.
-¿Ustedes mismas hacen todo lo que es la curaduría del contenido?
- Sí, abrimos convocatorias, nos llegan los escritos, los leemos. La temática, a veces, se armó sola, ¿viste? Cuando abrimos la convocatoria en marzo nos llegaron escritos todos súper entusiastas. Cuando la abrimos en julio eran escritos mega darks, todo re oscuro. [Risas].
Proyectos y el backstage del clan Andino-Prat
El proyecto de Ilka Krupkin se expande hacia el formato audiovisual y, al mismo tiempo, Sofía mantiene sus afectos y su ritmo personal, con un equilibrio entre el debate intelectual y el baile.

-¿Qué posibilidades hay de un proyecto que vaya por el lado del streaming, como para amplificar?
-Tenemos muchas ganas de empezar a hacer ciclo de entrevistas... que pase a YouTube o hacer podcast. Hay que usarlo porque permite expresar muchas cosas y llegar a mucha gente que quizás no se copa con lo tan macro. Yo escucho mucho podcast, me encanta escuchar la pluralidad de voces, de opiniones. Sacás data, referencias, recomendaciones, está muy bueno lo que surge de ese tipo de plataformas.
- ¿Qué te gusta hacer cuando estás así como sin nada para hacer? ¿Qué te divierte?
-Yo hago baile urbano. Me encanta mover el cuerpo. Siento que tengo una relajación más activa. Me cuesta mucho la meditación de cerrar los ojos y respirar. Entonces, el baile es una forma de mover todo lo que está como adentro, pero sí, más activamente.

También me gusta mucho escribir y leer, aunque me cuesta un poco encontrar los momentos, dentro de la vorágine de la rutina. Este año me volví a enganchar con una novela -hace mucho no me pasaba- Kafka en la orilla, de Haruki Murakami, me re enganché.
Soy muy amiguera: tengo el mismo grupo de amigas desde que tengo 6 años. Siempre jodemos con que tenemos que poner un micrófono en nuestras reuniones para ver qué sale de ahí, porque se generan debates muy interesantes.

-¿Seguís viviendo con tus papás o ya te independizaste?
-Sigo viviendo con ellos. Siempre con ganas de tener mi espacio. Igual tengo mi edad límite para irme de casa (no la voy a decir para no generar ansiedades). Lo que sí sé es que antes que irme a vivir con cualquier persona viviría sola. Siento que es una experiencia necesaria.
-Se las ve muy compañeras a las tres. ¿Se conectan así con el tema de la moda, de los looks?
-¡Sí! Mamá es la que más nos presta. Con Victoria tenemos el dilema de "me sacaste esto". Nos prestamos todo, de hecho, esto [N de R: señala el pantalón cargo que lleva] es de ella. El problema es cuando se agarra sin avisar (risas).

-¿Cómo es papá?
-¿Con la moda? Él es retro (risas). Puede estar con la misma remera todas las vacaciones... capaz se lleva una que dice hakuna matata y se la pone todos los días. Compartimos también el amor por el fútbol, vamos a la cancha (N. de R: fanáticos de Racing) y nos podemos a jugar en el patio. Porque también juego al fútbol, con mis amigas. Pero con papá nos ponemos a hacer unos pases, fútbol tenis.
-¿Y papá cómo es con el arte, con tus proyectos?
-Él me aconseja también. Me ha ayudado muchísimo con ideas. Con él debato mucho sobre todo. Es muy divertido eso también. Me hace ese ejercicio del debate y de la amplitud de perspectivas y de ver cómo generar nuevas ideas.
Así, entre el debate y la danza, entre la curaduría de nuevos talentos y la gestión de la visibilidad heredada, Sofía Andino avanza con determinación en su camino, demostrando que la mejor forma de construir un legado es encontrar y amplificar la voz propia.

Fotos: Candela Petech @ph.candela
St: lucila subiza @lucilasubiza
Make up y pelo: Natali Pomasoncco @natalipomasonccomkp para @sebastiancorreaestudio
Agradecimientos: @divinosabalorios @laliramirez.ok @swamioficial @melocotonstyle @airplanebsas @converse_ar
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