Este miércoles, Daniela Katz compartió un tierno mensaje en su cuenta de Instagram dedicado a Diego "Ruso" Rodríguez, con quien está en pareja desde 2017 y se casaron en 2018; por su cumpleaños número 36.
"Cartita de Sofi y Mía a papá: Estamos tan orgullosas de vos. Vemos el esfuerzo que hacés cada día por cuidarnos y protegernos de todo. Sabemos que querés compartir más tiempo con nosotras pero las obligaciones, muchas veces, no lo permiten", comenzó su posteo.
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"Los bebés no podemos elegir a los padres pero, en un mundo paralelo, te elegiríamos entre millones de papis, sin dudarlo. Hacés feliz a mamá y eso repercute en nuestras sonrisas, que crecen cada día más", continuó su mensaje la periodista.
"Sabemos que vida y eternidad no son palabras compatibles, pero el amor que siente mamá y nosotras por vos, jamás terminará en esta y en mil vidas más. Feliz cumple amor de nuestras vidas ❤️", finalizó Katz, que a su vez, acompañó estas palabras con una foto en la que están los cuatro juntos.
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La historia de amor entre Daniela Katz y Diego Rodríguez
Todo empezó un 20 de julio, en el Día del Amigo, en un encuentro casual que terminó siendo el principio de todo. En ese momento, Daniela Katz ya estaba metida en el mundo del periodismo deportivo y Diego Rodríguez era arquero en Rosario Central.
Se conocieron, conectaron rápido y, aunque a las pocas semanas él tuvo que volver a Rosario, no dudaron en apostar por la relación. Sabían que no iba a ser fácil, pero se la jugaron desde el primer momento.
Poco tiempo después, el futbolista se fue a jugar a Japón, y ahí arrancó una etapa intensa de amor a la distancia: diferencia horaria, videollamadas a deshoras, y varios viajes relámpago de ella para poder encontrarse.
En uno de esos viajes, en mayo de 2018, caminando por una playa cerca de donde vivía Rodríguez, él la miró y, sin vueltas, le dijo: “¿Te querés casar conmigo?”. Sin anillo, sin producción, pero con todo el corazón. Katz no lo dudó: dijo que sí en ese instante porque sentía, desde que lo conoció, que él era el amor de su vida.
La boda civil fue en diciembre de ese mismo año, en el Registro de la calle Uruguay. El jugador de fútbol voló desde Japón especialmente para estar. Fue una ceremonia íntima y emotiva, seguida por una fiesta con amigos, familia y colegas.
El arquero contó que prepararse para el casamiento fue como prepararse para una final: concentración total. Y se notaba el amor en cada detalle. Después, siguieron construyendo su relación con la misma entrega: mucho compañerismo, respeto, confianza y libertad.
Él siempre admiró la forma en que su pareja entiende el fútbol y ella destacó el esfuerzo mutuo para sostener el vínculo más allá de la distancia y las exigencias de sus carreras. Y el amor siguió creciendo.
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Actualmente, ya no son solo dos: son una familia. Hace poco fueron papás de gemelas, Mía y Sofía, y Katz no para de agradecerle a la vida por el compañero que tiene al lado.
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