A meses del episodio que cambió su vida para siempre, María Becerra abrió su corazón y contó cómo ese momento redefinió por completo su forma de ver la vida y su camino artístico.
En abril, la cantante de 25 años fue operada de urgencia por un embarazo ectópico que le generó una hemorragia interna con riesgo de muerte. Fue internada en terapia intensiva en la Clínica Zabala y afortunadamente dada de alta tras algunos días de evolución.
Pero las secuelas fueron inmediatas. La pérdida repentina de sangre afectó su cuerpo y sus defensas, obligándola a iniciar una rehabilitación física y vocal. “Mi cuerpo tuvo un golpe muy duro. Mis cuerdas vocales, mi laringe también. Una intubación para un cantante es complicada”, explicó semanas después en un video.
A ese proceso físico se sumó el impacto emocional: la tristeza por una nueva pérdida gestacional derivó en un cuadro depresivo. En un reciente diálogo con Vale 975, la artista profundizó en cómo vivió ese duelo y en las decisiones que tomó para reconstruirse y, al mismo tiempo, crear algo nuevo cargado de significado.
Cómo nació Quimera, el nuevo álbum de María Becerra
“Estuve a nada de morirme. Los doctores le dijeron a mi novio que había muy altas chances de que salga sin vida, que iban a hacer lo posible pero que querían que él esté preparado”, recordó. Y confesó que al escuchar el álbum que tenía listo antes del episodio, ya no se reconocía en esas canciones. “Lo escuchaba y decía: ‘No quiero sacar esto’”.
La desconexión era total, y fue allí cuando decidió empezar desde cero. “De a poco empecé a escribir canciones muy depresivas. Cuando pasás por un proceso así necesitás ir largándolo, ir atravesando el duelo, exteriorizarlo es una gran forma de hacerlo”, explicó. Sin embargo, esa versión tan cruda no representaba el proyecto que quería compartir ya que no quería mostrarse tan vulnerable. Fue entonces cuando surgió la idea que cambiaría todo.
“En el estudio dije: ‘¿Por qué no componemos desde un personaje? Como si yo fuera otra persona’”. Ese juego creativo se convirtió en un refugio. Así nació Shanina, el primer alter ego de un universo que luego sumó a Jojo, Maite y Gladys. Cada una representa una energía distinta, un modo de escapar del dolor sin negarlo.
Esa construcción emocional y artística se transformó en Quimera, el álbum conceptual que verá la luz este jueves 20 de noviembre y que marca un antes y un después en su carrera.
María logró lo impensado: convertir la herida en arte, el miedo en impulso y el dolor en un universo creativo que la acompañará en esta nueva etapa de su vida profesional y personal.
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