En el marco de su tercer embarazo, Juana Repetto comparte con su comunidad cada etapa de este proceso: desde cambios cotidianos y reformas en su casa, hasta respuestas sinceras sobre maternidad, crianza y vínculos afectivos. Fiel a su estilo espontáneo, abrió nuevamente un espacio íntimo para hablar de su historia familiar.
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La actriz, que espera a su tercer hijo varón, convive diariamente con Toribio y Belisario, los pequeños que iluminan su vida. Toro, el mayor, nació en 2016 mediante reproducción asistida, un método que implica la unión de óvulos y espermatozoides en laboratorio para generar embriones que luego se implantan en el útero.
“¿Dónde está mi papá?”: la pregunta inesperada
En un reciente video, Juana recordó el día en que Toribio, con apenas 2 años, la sorprendió con una pregunta profunda: “¿Dónde está mi papá?”. Sucedió durante un viaje en remis, un momento cotidiano que la dejó sin margen para prepararse.
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“Yo ni loca me esperaba esa pregunta tan pronto. Soy muy de informarme y anticiparme a estas cosas, pero jamás imaginé que, recién empezando a hablar, Toro me preguntaría eso”, relató. Ante la sorpresa, decidió bajarse del auto y entrar con su hijo a un bar para poder explicarle con calma.
Sentados frente a frente, Juana eligió la sinceridad absoluta: “Le conté todo así a sus dos años: espermatozoide, óvulo, centro médico”, recordó. Durante la charla, le explicó que su deseo más grande era ser mamá y que acudió a un centro donde hombres donan aquello que se necesita para formar un embarazo mediante reproducción asistida.
“Fin, no me preguntó nunca más nada”, contó, dejando en claro que la naturalidad fue su mejor herramienta.
La llegada de Sebastián Graviotto y nuevas preguntas
Más tarde, con la aparición de Sebastián Graviotto, su expareja, padre de Belisario y del bebé en camino, las dudas reaparecieron. Toribio volvió a preguntar y Juana retomó la conversación con la misma honestidad.
“Él tiene muy claro que no tiene un papá biológico. Vos le preguntás y te dice: ‘No, yo no tengo papá’”, explicó.
Sin embargo, destacó la relación amorosa que él construyó con Graviotto: “Él lo ama a Sebi. Tienen un vínculo re lindo. Se eligen hoy aún estando nosotros separados, se siguen eligiendo mutuamente. Es un vínculo que armaron a su manera, no es como el padre o el padrastro o lo que sea”.
Con esta experiencia, Juana reafirma su compromiso con una maternidad sincera, sin silencios incómodos ni secretos. Habla con sus hijos desde el amor, validando sus preguntas y acompañando sus procesos.
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