A poco del estreno de la biopic sobre Roberto Gómez Bolaños, más conocido como Chespirito, vuelve a ponerse en foco la vida y el presente de su familia. Entre sus seis hijos y varios nietos, una figura sobresale por mérito propio: María Penella, una de sus nietas, que hoy es una reconocida actriz con una sólida carrera en teatro, cine y televisión.

Lejos de querer colgarse del legado familiar, María apostó a un camino propio en la industria artística. Con tan solo 33 años, acumula numerosos proyectos destacados y una formación profesional que la distingue.
Una carrera forjada con talento y esfuerzo
María Penella debutó en el mundo de la actuación a los 13 años, con papeles protagónicos en El diario de Ana Frank y Anita la huerfanita. Su vocación fue tan fuerte que decidió perfeccionarse en Londres, donde estudió en la prestigiosa Royal Central School of Speech and Drama.

Desde entonces, su carrera no dejó de crecer. Participó en películas como Fondados, Cuando sea joven y 1938, cuando el petróleo fue nuestro, y en exitosas series como El hotel de los secretos, Mujer de nadie y Regalo de amor. En teatro brilló en clásicos como El hombre de La Mancha y Los Miserables.

Además de actuar, también canta, baila y da clases de danza y actuación, sumando otra dimensión a su compromiso con el arte.
Su historia familiar y una identidad asumida con libertad
María es hija de Graciela Gómez Fernández —una de las seis hijas de Chespirito y Graciela Fernández— y del empresario Enrique Penella Jean. Tiene un hermano, Andrés, y creció rodeada de un apellido que, según ella misma contó, a veces le resultó una carga.

En una entrevista con la revista Quién, habló con profundidad sobre su vida íntima y cómo vivió su sexualidad en un entorno que la observaba con lupa:

“Desde niña, mi valentía se ha acurrucado —a veces cómoda y a veces muy incómodamente— en un lugar de resistencia [...] incluso resistir a la presión por ‘salir del closet’”.

Con honestidad, María compartió que es bisexual, pero que durante años sintió que no debía dar explicaciones ni justificar su identidad. “Ahora sé que resistir a la presión de nombrarme queer y bisexual, me permitió serlo y ejercerme libremente a mi tiempo y en mis términos”, afirmó.
Una figura en ascenso con perfil propio
María Penella representa a una nueva generación de artistas que priorizan la autenticidad. Aunque lleva un apellido célebre en todo Latinoamérica, eligió destacarse por mérito propio, construyendo una trayectoria sólida y coherente con sus valores.

En tiempos donde las biografías familiares despiertan tanta curiosidad, su historia se vuelve aún más valiosa: habla de talento, de resistencia y de libertad.
Fotos: IG (mariapenella)
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