Este domingo, en un hecho histórico, la reina Margarita de Dinamarca abdicó al trono en favor de su hijo, Federico, quien junto a su consorte, Mary Donaldson, se pusieron al frente de la Casa Real danesa: el perfil de la monarca -amada por su pueblo- que dejó todo de lado para convertirse en reina.
Un hecho histórico ocurrió en Dinamarca este domingo 14 de enero: después de 900 años, un monarca abdicó al trono antes de su muerte. La reina Margarita abdicó en favor de su hijo, el príncipe Federico.
El anuncio de la decisión había llegado repentinamente en la víspera de Navidad. En apariencia, debido a una publicación en la revista Lecturas, que en su portada revelaba un affaire de Federico junto a Genoveva Casanova, una española señalada como su amante.
Ante el estado público del asunto, la Mary Donaldson, la princesa y esposa de Federico, habría exigido convertirse en reina como condición para no separarse de su marido. Esto habría precipitado la decisión de Margarita, pensando en la estabilidad de la monarquía y también, para acallar el escándalo.
Según la prensa local, Mary Donaldson supo ganarse el cariño de los daneses desde su incorporación a la familia real. Demostró, aseguran, un gran compromiso con sus deberes "pese a sus orígenes plebeyos".
Donaldson, una ex abogada nacida en la isla australiana de Tasmania, tiene 52 años y había conocido al príncipe Federico cuando tenía 28, durante los Juegos Olímpicos de Sidney.
Se encontraron por primera vez de casualidad en un pub, Slip Inn, donde el heredero había acudido junto a su hermano, Joaquín, su primo Nicolás de Grecia y el entonces príncipe Felipe de España.
Cuenta la historia que se enamoraron y que Mary dejó su profesión de lado y se puso a aprender danés para estar con su novio. Recién en 2003 la relación se hizo pública, para casarse un año después en la catedral de Copenhague.
La reina Margarita aceptó con beneplácito la relación, cansada de las constantes apariciones de su hijo en la prensa del corazón y con varios escándalos de por medio, como uno ocurrido en 1992: Federico iba en un auto junto a una mujer que manejaba ebria, lo que lo puso en tela de juicio como heredero al trono. El tema escaló al parlamento danés, donde hubo debates al respecto.
Se dice que la reina no comulgaba demasiado con la idea de que Mary fuese austrialiana y plebeya: llegó a organizar eventos con candidatas "ideales" para su hijo. Pero, dadas las circunstancias, terminó dando su bendición para la unión.
Durante sus veinte años de matrimonio, la pareja tuvo cuatro hijos: el príncipe y futuro heredero Christian, Isabella, y los mellizos Vincent y Josephine.
Con gran determinación Mary supo vencer las resistencias que había, en un principio, a su participación en los deberes de la familia real. Con el tiempo supo entablar una buena relación con Margarita, quien comenzó a demostrarle su aceptación públicamente.
Actualmente cuenta con el apoyo del pueblo danés, algo de lo que la -ahora- ex monarca era consciente como para aceptar su petición de acelerar la abdicación. Podría decirse que es Mary quien goza del apoyo el pueblo, no así su cuestionado marido.
Fotos: Fotonoticias
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