El maquillaje es una herramienta que muchas mujeres utilizan para potenciar su apariencia. Pero, cuando no saben bien cuáles son los trucos para usar cada producto, se puede generar el efecto contrario: arrugas marcadas, ojos cansados, piel opaca o demasiado pesada.
Son muchas las creadoras de contenido que realizan tutoriales mostrando cómo, de manera simple, es posible aprender a utilizar cada producto, como la española Beatriz Bernal Navarro: a continuación, cita cinco errores comunes que muchas cometemos a la hora de maquillarnos y cómo solucionarlos con trucos simples.
¿Usás la base equivocada?
El primer error es elegir una base muy cubriente que “camufle” todo: en pieles maduras eso puede marcar líneas y crear efecto máscara. Optá por fórmulas hidratantes y ligeras (tintes, bb creams o bases fluidas) y trabajalas con una esponja apenas humedecida para un acabado natural.
¿Aplicás el corrector en toda la zona?
No cubras toda la ojera como si fuera un lienzo: aplicá corrector solo donde hay oscuridad y difuminá con toquecitos hacia arriba (la clásica “L” invertida que mencionó Beatriz). Así evitás acumular producto y acentuar pliegues.
¿Te quedás en el polvo para el rubor y el iluminador?
Evitalo: los polvos secos tienden a resecar y asentarse en líneas. Los rubores y iluminadores líquidos o en crema aportan jugosidad y se integran mejor con la piel madura. Si usás polvo, hacelo con moderación y en zonas muy puntuales.
¿Insistís con el delineado “rabillo” perfecto?
Si el rabillo te frustra —o los párpados están más caídos— en lugar de forzar la línea, marcá la línea de pestañas con lápiz y difuminá con brocha para un efecto lifting sutil. El delineado grueso suele cansar la mirada.
¿Olvidás preparar la piel y sellar con criterio?
La base perfecta empieza por una buena hidratación y primer que rellene líneas finas; sellá sólo donde lo necesites con polvo translucido, y usá sprays fijadores hidratantes para conservar la jugosidad. Evitá fórmulas extremadamente matte que dejan aspecto plano.
Tips rápidos (lista)
- Hidratá y aplicá primer siliconado en zonas con poros.
- Aplicá base con esponja húmeda (escurriéndola bien).
- Corrector puntual, no extendido.
- Rubor e iluminador: líquidos o cremosos.
- Brow gel y máscara para abrir la mirada.
Para potenciar estos trucos, revisá nuestra guía de cuidado facial y los mejores pasos pre-maquillaje.
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