¿Tenés una mascarilla capilar en casa y no sabés bien cómo usarla? No sos la única. Aunque este producto ya forma parte del neceser de belleza de muchas, todavía genera dudas: ¿va después del acondicionador?, ¿cada cuánto conviene aplicarla?, ¿hay una forma correcta de hacerlo? La realidad es que, bien usada, la mascarilla puede ser un verdadero tratamiento de shock que transforma la salud y la apariencia de tu pelo en pocas aplicaciones.
¿Cómo se usan las mascarillas para el pelo?
La manera correcta de aplicar una mascarilla capilar es la siguiente:
- Lavá tu pelo con champú.
- Retirá el exceso de agua con una toalla.
- Aplicá la mascarilla de medios a puntas, evitando el cuero cabelludo.
- Distribuí con un peine de dientes anchos y masajeá suavemente.
- Dejá actuar el tiempo indicado en el envase.
- Enjuagá con abundante agua.
Podés reemplazar el acondicionador por la mascarilla una vez por semana, o aumentar la frecuencia según las necesidades de tu pelo.
Cuándo y con qué frecuencia conviene usarlas
- Cabello normal: una vez por semana.
- Cabello seco o dañado: dos o más veces por semana.
- En verano: hasta tres veces por semana, ya que el sol, la pileta y el mar lo resecan más.
La clave es adaptar la frecuencia a tu tipo de pelo y al momento del año.
Tipos de mascarillas según tu pelo
La especialista en cuidado capilar Georgina Buscaglia explica que no todas las máscaras sirven para lo mismo. Cada pelo tiene su necesidad:
- Pelo seco: elegí fórmulas ricas en nutrientes que hidraten y devuelvan elasticidad.
- Pelo graso: buscá texturas ligeras, como geles o acuosas, con cítricos o mentol.
- Cabello procesado (alisados o keratina): necesitás mascarillas ultra-hidratantes para recuperar suavidad.
- Pelo decolorado: usá tratamientos reparadores intensivos que fortalezcan la fibra capilar.
- Cabello teñido: apostá a máscaras protectoras del color con filtro UV para prolongar la intensidad y brillo.
Mascarilla vs. acondicionador: no son lo mismo
El acondicionador desenreda y aporta suavidad, pero no trata en profundidad. Las mascarillas sí: nutren, reparan y devuelven vitalidad. Por eso, Buscaglia recomienda incorporarlas a tu rutina incluso a diario en cabellos procesados o adultos.
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