La hora de dormir no es solo el momento en que tu cuerpo descansa, es la etapa de máxima regeneración celular. Mientras dormís, tu cuerpo entra en modo "reparación": el flujo sanguíneo de la piel aumenta, las células se multiplican más rápido y se activa la producción de colágeno. Además, la piel es más permeable, lo que significa que los activos que aplicás penetran con mayor profundidad.
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Es decir, la crema que usás a la noche es, probablemente, el paso más importante de tu rutina.
1. El poder del retinol (y por qué no va de día)
Si buscás un activo que trabaje a nivel celular para reducir líneas finas, mejorar la textura y estimular el colágeno, debés sumar el retinol o sus derivados (retinaldehído) a tu rutina nocturna.
El retinol debe usarse exclusivamente de noche, ya que es un activo fotosensible que puede degradarse e irritar la piel con la exposición al sol, además de potenciar la regeneración celular durante el descanso nocturno.
Guía de Uso Experta:
- Tip Para Ti: Recordá empezar a usarlo de forma gradual (skin cycling): una o dos veces por semana, dejando días de descanso para que tu piel se acostumbre. Siempre aplicalo sobre el rostro seco después de la limpieza.
- Servicio Inmediato: Después de usar retinol, es imprescindible aplicar una crema hidratante rica en ceramidas para sellar la humedad y evitar la irritación.

2. La técnica slugging para una hidratación extrema
Si sentís la piel deshidratada, esta técnica viral —muy usada en el skincare coreano— es ideal para la noche. El slugging consiste en crear una barrera oclusiva sobre tu rutina con un producto muy denso (como una vaselina cosmética o una crema espesa).
Esta capa sella el agua y los ingredientes de tus tratamientos, impidiendo que se evaporen durante la noche. Al despertar, notás una piel notablemente más jugosa, rellena y luminosa.
Tip Para Ti: Esta técnica funciona mejor sobre una capa de ácido hialurónico o un activo hidratante. Es ideal para pieles secas o maduras, pero si tenés piel grasa o con tendencia al acné, evitá usarlo en todo el rostro y probá solo en zonas puntuales, como contorno de ojos o labios.
3. Máscaras nocturnas para nutrir el pelo
Así como la piel se regenera, tu pelo absorbe los nutrientes con más eficacia en la noche, lejos del styling y la contaminación. Es el momento perfecto para los tratamientos de nutrición profunda.
Antes de acostarte, aplicá una máscara o un aceite nutritivo de medios a puntas (evitando la raíz) y envolvé el pelo en una toalla de microfibra o un gorro de seda para que el producto trabaje sin manchar la almohada. Podés enjuagarlo por la mañana o dejarlo actuar como un tratamiento sin enjuague si el producto es ligero.
Esta rutina te ayuda a reparar el daño de la fibra capilar, aporta brillo y evita el frizz, haciendo que tu pelo esté más suave y dócil al despertar.
4. Dormí sobre seda: el secreto anti frizz
Más allá de los productos, el accesorio más importante de tu rutina nocturna es tu almohada. Las fundas de almohada de algodón generan fricción con la piel y el pelo, lo que contribuye al quiebre de la fibra capilar y a la formación de arrugas de sueño en el rostro.
Servicio inmediato: Reemplazá tu funda por una de seda o satén. Este material minimiza la fricción, previene el frizz y el encrespamiento de tu pelo, y es mucho más amable con la piel, ayudando a que tus costosos tratamientos nocturnos se queden en tu rostro y no se absorban en la tela. Tocá en este link para ver nuestra curación de los mejores productos de seda para el pelo en Argentina.
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