Bienvenidas al nuevo bar sensación 2020 de Madrid: naturaleza y tecno pop en un mismo espacio
Es un lugar donde caben una huerta y mobiliario y objetos con una paleta de colores explosiva. Naturaleza y tecnología inspiraron a los creativos y arquitectos de este apasionante nuevo espacio en la capital española.
Una huerta colgante y una ducha son algunas de las instalaciones extravagantes que los arquitectos del Estudio Subliminal dispusieron en Run Run Run, un extraordinario y nuevo bar ubicado en Madrid.
El espacio gastronómico ocupa una esquina de Ríos Rosas y se llama Café Run Run Run.
El Run Run Run "busca alentar a los visitantes a usar la ciudad de manera diferente -según detallan sus creativos- Es una infraestructura que convierte el espacio público en un patio de recreo y un lugar para que las personas transformen sus cuerpos".
Los arquitectos apuntan a invitar a las personas a usar los espacios de manera diferente y menos convencional.
El extraño mundo del bar Run Run Run en Madrid
El diseño brinda oportunidades de encuentro en cada espacio.
La arquitectura del bar está armada como si fuera una tecno-granja urbana: una gran casa encajada dentro de un edificio moderno; un conjunto de invernadero y gruta, ambos protegiendo una huerta que cuelga.
Por supuesto que la mayor parte de los platos que disfrutan los clientes se preparan con lo que se cosecha en el bar.
El diseño de dos pisos está organizado alrededor de una cocina abierta y es una alternativa moderna en la que las zonas para trabajar y para comer no están delimitadas.
El proyecto lleva al límite la posibilidad de superposición de actividades.
Una apuesta al diseño y a la decoración
La textura granulosa que compone el techo está hecho de celulosa orgánica.
El rosa es uno de los colores menos arriesgados de una paleta muy audaz. También hay bancos con vigas de acero verde menta y láminas de plástico.
Las mesas tienen un tono naranja fuerte. La madera y el mármol forman el piso de mosaicos.
Del techo cuelgan esferas de vidrio plantadas con tierra y vegetales. Están ubicadas en un pasillo angosto, de modo que se aprecien suspendidas desde la calle.
Una de las instalaciones menos convencionales son las duchas, que ubicadas en hilera permiten que quien quiera (y se anime, porque son abiertas) se bañe.
Sólo tienen que dejan las pertenencias en alguno de los casilleros de forma circular.
Un espacio innovador para inspirarse.