El tipo de pantalla y el lugar en el que está ubicada, además de la luz que generan son algunas de las claves para elegirla
En cuestión de lámparas, la pregunta es ¿qué tipo de efecto querés generar en el ambiente? Y cómo van a incorporarse y complementarse con el mobiliario y el resto de los objetos de decoración interior.
Las luces cálidas son ideales para el hogar. Logran un clima más íntimo, relajado, distendido.
Las luces frías funcionan mejor en ambientes de trabajo: un taller, un rincón de home office o una oficina.
Pero además de esas distinciones básicas, "es importante observar cómo se mueve la luz en el espacio antes de definir el tipo de iluminación", explica el arquitecto y diseñador de lámparas Juan Diciervo.
"La estética es clave", asegura Diciervo. La mayoría del tiempo las lámparas están apagadas, al menos las de pie o más bajas.
Tienen que ser acorde y en sintonía con el ambiente.
Las colgantes siempre se destacan: en un hall de entrada o suspendidas sobre una mesa.
Las de pie suelen acompañar la zona de lectura. Al lado de un sillón, ofrecen luz dirigida.
El material que conforma la lámpara no es un detalle menor. Las de fibras naturales, tendencias en 2021, difunden una luz cálida, por los reflejos que generan.
El color de la pantalla también modifica la luz que irradia. Si es una tonalidad oscura da menos luz que si es blanca, que logra un efecto más frío.
Las pantallas cónicas restringen más la luz que una abierta o una traslúcida.
Todo depende de qué escena quieras crear.
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