La actual pandemia del virus COVID-19 está llevando a los sectores de salud a agudizar sus conocimientos no solo en el área epidemiológica, terapéutica, de la salud social, sino también en muchas otras como la nutrición.
Se ha aprendido de otras pandemias como la de la gripe de 1918, que cobró millares de víctimas. Así, se sabe que la falta de algunos nutrientes puede afectar el normal funcionamiento de la inmunidad del individuo, como por ejemplo la producción de anticuerpos y de glóbulos blancos, de gran importancia como los llamados “leucocitos asesinos” (denominados así porque “asesinan” bacterias hongos y virus).
Por tal motivo es indispensable asegurar, a través de una buena alimentación, el aporte necesario y suficiente de vitaminas y minerales. Éstos también son llamados “micronutrientes”, y se diferencian de los azúcares, grasas y proteínas, a los que denominamos “macronutrientes”, por la cantidad que ingerimos diariamente. Pero de ninguna manera estos micronutrientes son descartables ya que cumplen funciones vitales, como en este caso fortalecer las defensas del organismo.
Sabemos por las investigaciones que la deficiencia de vitamina D en el ganado vacuno (terneros) se asocia a infecciones por un tipo de coronavirus. También se ha comprobado que la suplementación con esta vitamina reduce el riesgo de enfermarse y morir por el virus del sarampión, la diarrea infecciosa, pulmonía, malaria y SIDA. Por lo tanto, es necesario consumir alimentos que son fuente de Vitamina D. Algunas fuentes alimentarias de la misma son:
A causa de una deficiencia de vitamina A en pollos infectados con el coronavirus, éstos evolucionaron más gravemente que el caso de aquellos a los que se les administró esta vitamina. En este sentido, es recomendable consumir alimentos que contengan este micronutriente. Algunas fuentes de Vitamina A son:
También, la vitamina C genera una mejor inmunidad en la función de los glóbulos blancos. Fuente de la misma son los siguientes alimentos:
También se debe consumir, además de las anteriores, las vitaminas E, B6 y B12; minerales como el Zinc y Selenio ya que se han asociado a menor riesgo de enfermarse y morir por infecciones por virus. Fuente de las mismas son:
Falta también hablar de la necesidad de consumir ácidos grasos omega-3. Se ha visto que estos son de importancia en la prevención de enfermedades virales ya que mejoran la función de los glóbulos blancos, generando efectos antioxidantes en los fenómenos inflamatorios generados por las enfermedades ocasionadas por virus. La fuente alimentaria de los mismos son:
Asesoró el Dr. Rubén Salcedo (MP: 17.181), Director Médico de Clínica Diquecito, info@diquecito.com.ar