Drew Barrymore encontró en la decoración un refugio y una forma de conexión personal.
“Transformar una casa es como meditar”, confesó en su entrevista con Real Simple, y durante la producción la actriz, productora, conductora y ahora referente de estilo de vida, diseñó una sala de bienestar para inspirar a pensar el hogar como algo más que un espacio: como una práctica de autocuidado.
El hogar, dulce hogar de Drew Barrymore

A sus 50 años, Drew combina la frescura que siempre la caracterizó con una mirada íntima sobre lo que significa habitar.
Se ensucia las manos con un martillo para demoler su cocina, pero también se sienta a reflexionar sobre cómo el orden, el color y las flores influyen en el ánimo.
Ella definió su estilo como “rústico y céntrico”: un equilibrio entre ciudad y campo, siempre rodeada de flores grandes, capas y calidez. Y de su charla con Real Simple elegimos estas 10 lecciones deco que resumen su filosofía y que podés aplicar en tu propia casa.
1. Decorar como un acto de meditación. “Es un lugar para sentarse y una transición. Como cuando entras a una clase de meditación y te dicen que dejes ir tu día y dejes de pensar en lo siguiente que tienes que hacer”, explicó sobre la sala que diseñó.
Para la estrella de Hollywood, el diseño no es una tarea, es una práctica de atención plena.

2. La fórmula del bienestar empieza por incluirte en la ecuación. “La invitación a cuidarnos es algo que perdemos de vista. Tuve que decidir qué significa el bienestar para mí: recordar que incluso yo debo estar en la ecuación, y mucho menos ser la primera”.
Su propuesta es clara: decorar también es una forma de priorizarse.
3. Colores que calman (con los pies en la tierra). Para su sala de bienestar, eligió un terracota rosado (Rosy Sandstone 2001-7C de Valspar). “Para mí, el color terracota es muy relajante y tranquilizador. Tiene la suficiente luz como para sentirse brillante sin ser blanco o crema”, explicó. Una lección que invita a salir del beige clásico para explorar tonos terrosos.
4. Decorar con flores: Drew Barrymore las prefiere grandes. “No importa dónde viva, siempre necesitaré grandes flores a mi alrededor”.
Para Drew, las flores no son detalle: son protagonistas. Aportan vida, romanticismo y un recordatorio de la naturaleza incluso en medio de la ciudad.
Mirá También

25 datos y claves de la colección Gustaf Westman x IKEA: la colaboración de decoración y diseño de 2025
Estilo y lecciones de decoración de Drew Barrymore

5. Rústico + urbano: un estilo con identidad. “He luchado por encontrar términos. La gente me llama bohemia o ecléctica. Yo me quedo con rústica céntrica. Me gusta la sensación de ciudad y campo”.
Su fórmula resume la dualidad que define su estilo: calidez rural con energía cosmopolita.
6. El orden como clave para la calma mental. “Tu cabeza está tan desordenada como tu habitación. Alguien me lo dijo y me cambió la vida para siempre”. Drew enseña a sus hijas que ordenar y limpiar no es solo práctico: también ayuda a encontrar paz mental.

7. Capas en lugar de minimalismo. “Probé el minimalismo por un minuto solo para ver cómo era. Pero soy un poco acumuladora… Siempre voy a optar por un look con capas. Es quien soy, y cada vez que lucho contra ello, no funciona”.
La actriz y productora es una defensora sincera de los espacios llenos de vida y con objetos con historia.
Hay una palabra en el ámbito de la decoración para definir este simpatia y se llama cluttercore.
8. No hay proyecto demasiado grande. “Si imagino algo y no lo encuentro, quiero hacerlo. Eso me llena de pasión”. Desde muebles hasta electrodomésticos con más color y alegría, Drew confiesa que su motor creativo está en convertir ideas en objetos tangibles.
9. El hogar no tiene que ser perfecto. “Mis estanterías tienen grietas porque se están separando de la pared. El armario de mis hijos es un desastre… Mis amigos se burlan de mí porque siempre compro lugares sin armarios”. Para ella, la imperfección también es parte del encanto.
10. Una sala que invita a bajar... “Para mí, la habitación debe representar cómo bajar los párpados, calmar los nervios. No pensar en esta mañana o esta tarde, sino simplemente ser”.

Así definió su sala de bienestar, un espacio que combina sofá rayado, carrito-bar con agua de pepino y estantes llenos de objetos queridos.
Su mensaje es claro: decorar no es armar un catálogo sino crear refugios para estar presente, vivir mejor y conectar con quienes amamos. Para ella la decoración es como la vida misma, entre capas y diferentes manifestaciones de una misma.
“Cuando me agoto como madre y trabajando tanto, pienso: ‘Esto no está bien’. Lo más importante en la vida son las relaciones”. Y como con la decoración, también aplica capas: disciplina, humor, aceptación de la imperfección y mucha honestidad.


