Es el sofá favorito de Rosalía -entre otras celebrities que se rindieron al encanto del Dune de Pierre Paulin- y así la joya vintage de ayer del diseño francés conquistó a las celebridades de hoy.
De la década de 1970 a 2025, el sofá Dune, diseñad por el visionario francés Pierre Paulin, y hoy se ha convertido en el fetiche viral en Instagram y TikTok de la mano de artistas top globales como Rosalía, Frank Ocean, Kanye West, Justin y Hailey Bieber.
Medio siglo después de su creación, este mobiliario blando y ondulante vuelve a conquistar el mundo.
Cuando Rosalía conoció al Dune

Todo empezó con una publicación de Rosalía. Una serie de fotos en la cuenta de Instagram de la cantante española, recostada sobre un sofá verde azulado que parecía sacado de un sueño surrealista.
Las curvas recordaban a colinas suaves, un terreno mullido en el que el cuerpo se hunde con placer. Sus fans lo bautizaron enseguida como “el sofá de Rosalía”, aunque los más entendidos ya sabían de qué se trataba: el sofá Dune de Pierre Paulin, una obra maestra nacida en 1970 que hoy vuelve a ser símbolo de estilo, confort y vanguardia.

Rosalía no solo marca tendencia en música o moda; también dicta pauta en diseño interior. Y este sofá —tan cinematográfico como relajado— se ha convertido en un nuevo emblema del lujo contemporáneo: ese que combina historia, artesanía y un toque de misterio vintage.
De las dunas al living: el origen del icónico sofá Dune

Paulin concibió al Dune como una escultura modular, un conjunto de piezas que pueden unirse o separarse, como si formaran un paisaje.
En lugar de respaldos o brazos rígidos, el diseñador francés imaginó un “campo de descanso”, un oasis doméstico donde “todo se curva, se adapta, se funde”.

Cada módulo tiene forma de ola. Y juntos componen una superficie ondulante que invita a tumbarse, leer, charlar o simplemente dejar que el cuerpo encuentre su postura natural. No hay líneas duras ni aristas en el sofá Dune; solo una topografía blanda inspirada en las dunas del desierto.
Paulin creía que los muebles debían acompañar el movimiento del cuerpo. Por eso, trabajó con espumas moldeadas y tejidos elásticos, ocultando la estructura interna para que nada interrumpiera la sensación de fluidez. Una revolución estética que, en plena década del 70, rompía con la rigidez modernista.
Retrato de Pierre Paulín: un poco de diseño francés

Pierre Paulin (1927–2009) fue un pionero de la sensualidad en el diseño.
De formación escultor y ceramista, su carrera cambió de rumbo tras un accidente que le dejó una mano parcialmente paralizada. Esa limitación lo llevó a explorar nuevas formas de expresión, y encontró en el mobiliario su objeto perfecto.
A diferencia de sus contemporáneos, que apostaban por la funcionalidad estricta, Paulin proponía una visión casi emocional del espacio. Sus muebles —desde la famosa silla Tongue hasta la Orange Slice— jugaban con la forma del cuerpo humano y con la idea de “ocultar lo técnico” para dejar visible solo lo esencial: la forma, la suavidad, la experiencia.
Su estilo fusionaba influencias del minimalismo japonés, la limpieza escandinava y la espontaneidad del arte orgánico.
En el Dune, esa mezcla alcanza su punto máximo: parece una escultura viva, pero también una invitación a la calma.
Dune: el sofá objeto de deseo (pop) 50 años después

En los años 70, el Dune fue presentado como parte de una serie experimental. Sin embargo, por motivos financerios, nunca llegó a producirse en serie.
Durante décadas, solo existieron unos pocos ejemplares, usados por la propia familia Paulin en su casa. Tras la muerte del diseñador -en 2009- su legado empezó a resurgir gracias a la labor de su hijo, Benjamin Paulin, quien fundó la etiqueta Paulin Paulin Paulin.


Más que una marca, la firma es un archivo vivo dedicado a preservar y reeditar las piezas de su padre, manteniendo la calidad y la filosofía originales. La producción limitada, casi artesanal, ha convertido cada sofá Dune en una pieza de colección, con precios que pueden superar los 8.000 euros por módulo.
Y la exclusividad lo hizo irresistible para las celebridades.
El gran “plot twist” del Dune llegó en 2019, cuando el cantante Frank Ocean compartió una imagen de su casa mostrando un sofá verde turquesa de líneas sinuosas. El diseño se volvió viral, y la prensa lo apodó inmediatamente “el sofá de Frank Ocean”. Sin saberlo, el artista había reintroducido a toda una generación en la obra de Pierre Paulin.

Ocean, conocido por su ojo estético y su gusto por lo raro y refinado, convirtió el Dune en símbolo pop. De pronto, el sofá no era solo una pieza de museo: era un escenario para la creatividad, un objeto que condensaba lo retro y lo futurista, lo artístico y lo íntimo.
Desde entonces, el sofá ha aparecido en los hogares —y en los Instagram— de artistas tan distintos como Kanye West, Justin Bieber y, por supuesto, Rosalía, quien lo llevó directamente al Olimpo de los interiores virales.
El romance de Rosalía y el Dune

La cantante catalana tiene la capacidad de convertir cualquier objeto en icono cultural. Cuando subió sus fotos sobre el Dune, el sofá pasó de ser una curiosidad para amantes del diseño a un símbolo global de sofisticación relajada.
En TikTok y Pinterest, las búsquedas de “sofá Dune” se dispararon un 400%. Los usuarios compartían moodboards con paletas inspiradas en el verde aguamarina del modelo de Rosalía, combinaciones con alfombras neutras, paredes curvas y lámparas esféricas.
Así, el sofá Dune se volvió la pieza soñada para quienes buscan un living aesthetic, fluido y envolvente, muy alineado con las tendencias actuales de interiorismo.


Kanye West —fiel amante de los espacios minimalistas y los tonos tierra— instaló varios módulos Dune en su misterioso estudio de Los Ángeles, ese espacio híbrido entre galería, oficina y laboratorio creativo. En su universo estético, el sofá encaja como un tótem del diseño experimental.
Por su parte, Justin y Hailey Bieber apostaron por una versión más neutra, en color arena, para su casa de Beverly Hills. En sus fotos, el Dune aparece en forma cuadrada, rodeado de mesitas bajas y alfombras suaves. La pareja suele compartir imágenes de su sala de estar, y su sofá Dune excluyente de la escena familiar.












