Refuncionalizar fue la misión que encaró la arquitecta Ayelén Mayer a la hora de reformar por completo este departamento -generoso en sus metros pero obsoleto en su distribución y en su estado- para habitarlo luego junto a su familia.
Practicidad y durabilidad fueron otras de las premisas que guiaron la obra, cuyo resultado está a la vista.
El living: símbolo de una remodelación total

El living en forma de L planteó un desafío en cuanto a su distribución. Lo primero que se hizo fue generar una puerta oculta hacia el toilette para que éste no se viera.
“Hoy ese acceso aparece integrado al mueble recibidor que está junto a la entrada principal gracias al gran manijón de madera horizontal, para conformar así un plano continuo”, explicó a para ti DECO Ayelén Mayer @ayelenmayer_arquitectura.
La medianera fue pintada de color gris, y suma un mueble que la toma por completo. Y también sectoriza el espacio, configurando un living social con muebles más livianos, junto a un biohogar insertado, y un living de tevé, con un sillón en L modulado, hecho a medida y tapizado que permite ser reubicado para las ocasiones en las que se prolonga la mesa del comedor.
El mueble está enchapado en madera de paraíso -con un tinte similar al del pis-) y laqueado en gris.

Los detalles de herrería y la iluminación indirecta lo convierten en un punto focal que destaca sobre todo de noche.
La presencia de materiales prácticos y resistentes para su limpieza (pisos vinílicos), los tonos tabaco combinados con grises y los detalles en hierro, definen un estilo sofisticado pero sobre todo atemporal.
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Yendo del living al comedor: el centro del departamento

“El comedor fue todo un desafío, ya que su ubicación como espacio conector entre cocina y living demandaba tomar un criterio en común para que todos los espacios manejaran un mismo lenguaje”, explica Ayelén Mayer.
La mesa (inspirada en un diseño de Poliform) con una estructura en madera a poro abierta y laqueada de color negro, tiene tapa de Neolith Calacatta pulido de 2,50 x 1,20 m de largo.
Las sillas que la acompañan están hechas a medida con la misma terminación que la mesa, y su tela (De Levie) engama con la elegida para el sillón (hecho a medida también).

El espacio cuenta también con un vajillero suspendido para hacerlo más liviano, laqueado en gris, acompañado de un trio de espejos con marco de herrería que reflejan la copa de los arboles.
Su formato se replica en las puertas corredizas de hierro que conectan el ambiente con la cocina. Florero (@brambo.home).
Una cocina lista para usar en familia

La cocina fue redimensionada por completo, ya que una parte de su superficie original fue utilizada para armar un nuevo lavadero con dependencia y baño.
Esto permitió liberar espacio en el centro de la planta (donde se encontraban originalmente) y crear un playroom con una puerta de herrería que da acceso a la doble circulación.
Toda la cocina fue realizada con mobiliario que combina laqueados en tono gris con melaminas texturadas que engaman con el piso.
Los detalles de herrería negro le dan carácter. Tiene una isla central en Coverlam Calacatta pulido (al igual que las mesadas), banquetas de hierro y soga y suma como continuación una mesa con tapa en melamina, ambas iluminadas por un artefacto lineal negro (Kohen Iluminación).
Un dormitorio relajado y funcional

El dormitorio principal fue pensado como un lugar de descanso y en su armado se potenciaron los espacios de guardado.
La cama con cajones -que además suma un respaldo en MDF pintado con esmalta- y el mueble de la tevé, fueron realizados en melamina Seda Giorno (Faplac). El detalle lo dan las mesas de luz y lámpara, ambos con detalles de herrería blanca.
Mantas y cortinas en tussor aportan el toque descontracturado y cálido que su sueña estaba buscando, mientras que los detalles en dorado de los veladores y el marco curvado del espejo, le suman un toque glam.

El baño principal se reformó por completo, tomando un pasillo existente para poder ampliarlo. Está íntegramente revestido en pisos y paredes con porcellanatos cementicios y detalles en pocellanato tipo madera, mesada de Silestone blanco norte y griferías Aromo (FV).

El espejo es un botiquín con puertas para guardado y el mueble bajo está laqueado en blanco.
Mini retratos de dos cuartos de adolescentes

Los cuartos de las hijas merecen un párrafo aparte. “Si bien quería que fueran lúdicos, fue un desafío pensarlos como algo que se pudiera adaptar y sirviera para los años que vienen”, cuenta Ayelén.
Uno de los cuartos tiene una cama en altura. La complejidad fue que la cama se encontraba entre una ventana y un placard, por eso se optó por diseñarla con una estructura suspendida al techo que permitió liberar el espacio inferior para que juegue y ganar un mueble de guardado, que se convierte en su escritorio.

Para no generar un lateral macizo se le sumó una biblioteca que le permite tener a mano sus libros. La combinación del papel mural (Mercedes Costal) y las melaminas (Verde Safari, de Faplac y Roble Halifax Tabaco, de Egger), le aportan un estilo descontracturado y agreste.
El otro cuarto propone algo más osado, y la idea fue que el dormitorio representara “una guarida”.

Inspirado en los cuartos orientales, tiene una cama elevada realizada en melamina, combinada con muebles en formas orgánicas laqueados en el mismo tono de las paredes.

Subir la cama permitió generar mucho espacio de guardado y dividir el dormitorio en dos, mediante una arcada de ingreso al sector de la cama que a su vez contiene un escritorio en melamina con bandejas de guardado.
Producción: Malu Satzger. Fotos: Diego García.

