Los espejos son elementos clave en el Feng Shui. Pero atención que, mal ubicados, pueden retener las energías positivas y desequilibrar el flujo energético de los espacios. Acá te contamos donde NO deberías ponerlos.
Amamos los espejos. Y es que además de funcionar como cualquier accesorios deco, con un alto valor estético, pueden tener roles funcionales e incluso estratégicos, como generar más amplitud o luminosidad a un ambiente.
Pero hay algo más... Bien ubicados, pueden sumar a la energía del Feng Shui dinamizando los espacios y aportando profundidad y luminosidad, activando de esta forma el Chi (energía). ¡Pero ojo! Un espejo mal ubicado puede desequilibrar y modificar el flujo energético de los espacios.
Acá te compartimos la lista de los lugares donde NO deberías ponerlos. Tomá nota.
Es sabido que los espejos en el dormitorio pueden interrumpir el sueño y la relajación, especialmente si se refleja la cama.
Además, según esta filosofía milenaria, pueden atraer energías de terceros, lo que podría interferir en la relación de pareja.
Para el Feng Shui, el reflejo de los espejos en la cocina puede duplicar visualmente los cuchillos y otros objetos cortantes, lo que podría atraer energías negativas.
También se desaconseja que reflejen un horno, una estufa, o cualquier otra superficie que irradie calor.
Según esta filosofía milenaria china, los espejos ubicados frente a la puerta de entrada pueden hacer que la energía positiva rebote o se refleje hacia afuera, generando así inestabilidad en el hogar.
En este sentido, también se desaconseja ubicarlos frente a la puerta de un baño o de una cocina.
Los espejos que reflejan la basura, el desorden o el caos pueden atraer energías negativas y empeorar la situación, según el Feng Shui.
Según esta práctica, colocar espejos en el techo puede generar una sensación de inestabilidad y desorientación en las personas. Se recomienda evitarlos.