Esta técnica, que se convirtió en un auténtico boom después de la pandemia, propone rodearse de verde para bajar el ritmo y disfrutar de esa sensación de disfrute y tranquilidad que solo la naturaleza es capaz de ofrecer. En el marco de una nueva Semana DECO Para Ti, te contamos como podés sumarte a esta tendencia con múltiples ventajas.
Está científicamente comprobado que los seres humanos nos sentimos más a gusto cuando estamos conectados con diferentes elementos de la naturaleza. Esto desencadena una serie de beneficios tanto para la salud física como para la mental: mayor productividad, mejor humor y calidad de aire, menos estrés y ansiedad, etc.
Y precisamente este es el punto de partida del greenfulness, el método tendencia que propone llenar la casa de plantas como una herramienta para aumentar el clima de bienestar y serenidad, y bajar el ritmo acelerado del día a día.
Las plantas, además de ser grandes aliadas naturales de la deco, convierten a las casas en espacios más puros, limpios y relajantes, controlando las radiaciones que emiten los aparatos electrónicos y mejorando la calidad del aire. Es por eso que este método resulta ideal y saludable para aquellas personas que viven con estrés o en ciudades llenas de contaminación.
¡Y no hay excusas! No se necesita invertir mucho tiempo o dinero ni contar con patio, jardín, balcón o terraza para poder aplicarlo. Incluso con elegir un pequeño rincón de la casa y llenarlo de verde puede ser suficiente.
El greenfulness proporciona equilibrio y armonía a nuestra decoración por su aspecto fresco y natural
En floreros o recipientes cancheros, las flores frescas invaden los interiores con su olor característico y transmiten una sensación de bienestar única y especial. Además, gracias a sus colores intensos y alegres, llenan el espacio de energía y vitalidad.
Es probable que en tu casa tengas algún rincón o espacio favorito, ya sea para pasar un buen rato leyendo, meditando, descansando o escuchando música. Si lo decorás con plantas de diferentes especies -y aromas- vas a ver como se transforma en un lugar mucho más placentero, relajante y lleno de vida.
El abanico de aromas no termina con las flores frescas. Podés aprovechar algún rincón en tu cocina, balcón, terraza, galería o ventana, para cultivar plantas aromáticas y tener siempre al alcance de la mano hierbas frescas romero, orégano, tomillo, menta, albahaca, etc.
El greenfulness también promueve la incorporación de plantas pequeñas. Un ejemplo puede ser apostar por terrarios y apreciar desde cerca todo su desarrollo.