Historias de Cemento: Banco Nación, la joya monumental que custodia la Plaza de Mayo - Revista Para Ti
 

Historias de Cemento: Banco Nación, la joya monumental que custodia la Plaza de Mayo

En esta nueva entrega de la serie presentada por Para Ti DECO junto a Cementos Avellaneda, visitamos la Casa Central del Banco de la Nación Argentina, un ícono de la arquitectura monumentalista diseñado por Alejandro Bustillo que, desde 1944, se erige como uno de los guardianes de la historia frente a la Plaza de Mayo.
Deco
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Inaugurada en 1944 y declarada patrimonio histórico, la Casa Central del Banco Nación es una de las obras arquitectónicas más imponentes de la Argentina. Ocupa una manzana completa en el corazón de Buenos Aires y combina, con maestría, el monumentalismo clásico con la tradición arquitectónica francesa que dominaba la ciudad en la década de 1930. Por eso, en otro capítulo de "Historias de Cemento" junto a Cementos Avellaneda redescubrimos este monumento financiero.

Diseñado por el prestigioso arquitecto Alejandro Bustillo, el edificio destaca por sus proporciones grandiosas, sus cuatro columnas corintias que enmarcan el acceso principal y su envolvente revestimiento de cuarcita proveniente de Balcarce y Chapadmalal. El acceso, ubicado estratégicamente en la ochava de Rivadavia y 25 de Mayo, mira hacia la Casa Rosada y dialoga en simetría con otras esquinas históricas de la Plaza de Mayo.

Banco Nación
El 17 de octubre de 1945 se podía ver la primera etapa del nuevo Banco Nación, terminado en un 60%.

Una estructura con un corazón de hormigón

En el corazón de su estructura se encuentra su elemento más sorprendente: una cúpula de hormigón armado de 50 metros de diámetro y 36 de altura, considerada por Bustillo como probablemente la más grande de Sudamérica. Con un peso estimado de 50.000 toneladas, está diseñada con un ingenioso sistema que le permite expandirse y contraerse sin comprometer la estructura, apoyándose sobre solo cuatro columnas. Desde el interior, sus ocho paños vidriados bañan de luz natural el imponente espacio central; desde el exterior, queda oculta tras la mansarda que la envuelve.

El interior, revestido en mármoles y piedras pulidas, conserva una sobriedad elegante y funcional, heredera del lenguaje que Bustillo ya había plasmado en el Museo Nacional de Bellas Artes. El resultado es un equilibrio entre la monumentalidad de su fachada y la calidez de los materiales nobles en su interior.

Banco Nación
El viejo Banco Nación luego de la remodelación de 1910.

Tip Cementero por Cementos Avellaneda

Realizada con nervios de hormigón armado, está dividida en ocho paños de dos dimensiones con caladuras de carpintería de vidrios repartidos para proveer de luz al gran espacio central que domina el edificio. Posee un original sistema de apoyo que no descarga directamente sobre los muros laterales, sino que posee una serie de rieles con ruedas que le permite deslizarse libremente cuando dilata y comprime, cargando sobre cuatro columnas su peso de 50.000 toneladas. Pese a su enorme dimensión, la cúpula no es visible del lado de afuera, pues queda tapada exteriormente por la mansarda que la rodea.

Ocho décadas después, la Casa Central del Banco Nación no solo sigue cumpliendo su función como epicentro financiero del país, sino que también permanece como un símbolo de solidez, tradición y maestría arquitectónica, guardando desde su emplazamiento privilegiado la memoria viva de la Plaza de Mayo.

 
 

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