En una tranquila cuadra de Palermo, la fachada discreta del Museo Xul Solar —antes vivienda del artista Oscar Agustín Alejandro Schulz Solari y hoy santuario de su legado— invita a descubrir cómo el arte y la arquitectura se funden para crear un espacio profundamente contemplativo. La intervención, realizada entre 1987 y 1993 por el arquitecto Pablo Tomás Beitía, transformó un conjunto de casas de alquiler en un refugio cultural envolvente y respetuoso con el pasado.
Desde la calle, nada delata la transformación: la fachada se conserva intacta, protegiendo la intimidad del hogar original. Sin embargo, al ingresar se revela un diseño interior que abraza esa casa original con nueva arquitectura, dotándola de espacios diáfanos, texturas modernas y soluciones técnicas capaces de sostener una vibrante programación cultural.


De aquel entonces, se mantuvo la escalera de acceso original y se preservó el frente como un testimonio vivo del pasado. En contraste, el interior se despliega con muros de hormigón armado, superficies de granito, yeso y madera, rematada con detalles en bronce e hierro que dialogan con la atmósfera íntima de la casa.

Tip Cementero por Cementos Avellaneda
La remodelación del museo respetó la fachada original, que se mantuvo intacta hacia la calle, pero transformó por completo su interior para adaptarlo a las nuevas necesidades. Los antiguos muros portantes fueron sustituidos por estructuras de hormigón armado, lo que permitió generar espacios más amplios, diáfanos y funcionales. Como testimonio de la construcción original, se conservaron únicamente el frente de ladrillo y la escalera de acceso a la planta superior.
En el trabajo de restauración y en la nueva propuesta arquitectónica se incorporó una diversidad de materiales que enriquecen la experiencia espacial: hormigón, granito, yeso, madera y bronce conviven con hierro, piedras naturales y cristal.


La arquitectura del Museo Xul-Solar
La arquitectura se convierte en un escenario flexible: el Salón Pan Klub —ideado como punto de encuentro para artistas y pensadores— funciona como auditorio, galería o espacio abierto, según la ocasión. Su versatilidad permite montajes rápidos, escenografías móviles, proyecciones audiovisuales y desde luego, instancias de contemplación silenciosa.
Inaugurado oficialmente el 13 de mayo de 1993, el museo alberga la colección permanente seleccionada por el propio Xul Solar: pinturas, objetos personales, documentos y su biblioteca de aproximadamente 3.500 volúmenes. Además, funciona como centro cultural con exhibiciones temporales y eventos que mantienen viva la fascinante cosmovisión del artista.


