Invertir en una propiedad para reciclar: lo que nadie te cuenta
 

Invertir en una propiedad para reciclar: lo que nadie te cuenta (y deberías saber)

Invertir en una propiedad para reciclar: lo que nadie te cuenta (y deberías saber)
Comprar una propiedad para refaccionar puede ser una gran oportunidad. Pero para que el negocio rinda y no se vuelva una pesadilla, es clave informarse bien y rodearse de profesionales desde el minuto cero.
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Comprar una propiedad para refaccionar está en auge. Ya sea para alquilar, vender o simplemente convertir esa casa antigua en el hogar de tus sueños, esta movida inmobiliaria tiene cada vez más fanáticos.

Pero no todo es tan fácil como parece. Antes de dar el paso, hay varios factores que tenés que tener muy en cuenta si no querés llevarte sorpresas.

En esta nota, consejos clave para encarar el proyecto con los pies en la tierra.

Antes de comprar, es clave visitar la propiedad con un profesional o de lo contrario, consultarle para que analice planos y fotos. Foto: pixabay.

¿Por qué cada vez más gente apuesta por una propiedad a refaccionar?

Comprar, reciclar y vender (o alquilar) es una tendencia en alza. ¿Por qué? Porque mucha gente lo ve como una inversión estratégica que puede generar buenas ganancias en poco tiempo.

Además, una propiedad a reformar suele tener un precio más accesible que una lista para habitar, y con una buena obra puede aumentar mucho su valor final.

Lo bueno y lo no tan bueno

Claro que hay beneficios, pero también hay varios puntos importantes que no podés dejar pasar. Para evitar dolores de cabeza, lo mejor es anticiparse a los posibles imprevistos.

Lo ideal: visitar la propiedad con un profesional o, al menos, consultarle fotos y planos antes de decidirte.

Es clave identificar la presencia de muros o columnas portantes por la posibilidad de ampliar espacios. Foto: pixabay.

Los factores fundamentales que hay que revisar

  • Muros o columnas portantes

Es clave identificarlas, ya que pueden limitar (o permitir) la posibilidad de ampliar espacios.

  • Instalaciones básicas

Chequeá en qué estado están la electricidad, el gas, el agua y la plomería. También revisá si hay fisuras o humedad, sobre todo en los cimientos (lo más difícil de arreglar, aunque no imposible).

  • Metros aprovechables

¿Querés sumar ambientes? Fijate si hay patios o terrazas que permitan ampliaciones. Un dato importante: los PH suelen ser muy buscados por no tener expensas, pero ampliar puede ser complicado porque necesitás la aprobación de todos los vecinos.

  • Visualizá el resultado final

Tener una idea clara del proyecto terminado te va a ayudar a poner en perspectiva el tiempo, el trabajo y la inversión que una reforma requiere.

Si los metros no son suficientes hay que analizar la posibilidad de ampliar hacia algún patio o terraza. Foto: pixabay.

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